EL TURBIO VÍNCULO DE CLAURE CON CARLOS GILL EN EL NEGOCIO DEL LITIO
Marcelo Claure vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Debido a su sociedad con el paraguayo-venezolano Carlos Gill Ramírez, empresario cercano al Movimiento al Socialismo (MAS).
En los últimos días se han sumado denuncias sobre sus acercamientos con Samuel Doria Medina y Andrónico Rodríguez. Buscando garantizarse el acceso privilegiado al litio boliviano.
Li3 Energy Holding: la puerta de entrada
En noviembre de 2023, Claure y Gill fundaron en Madrid la empresa Li3 Energy Holding SL, con un capital inicial de un millón de euros.
La firma se presenta como energética, pero sus documentos apuntan a un interés central: el litio boliviano, recurso estratégico y “oro blanco” que el MAS ha manejado históricamente con irregularidades.
Fuentes periodísticas e informes financieros indican que la sociedad fue diseñada como plataforma para explotación y exportación del mineral hacia mercados internacionales.
Gill, uno de los empresarios favoritos del MAS Dueño de medios como La Razón y El Extra, Gill consolidó su fortuna gracias a negocios y contratos durante el gobierno de Evo. Documentos filtrados lo describen como pieza clave en operaciones económicas y políticas para el MAS.
Es socio del 50 % de Ferroviaria Andina y Oriental, únicas capitalizadas en los 90 que Morales no nacionalizó. Ha tejido una red de inversiones en Brasil, Argentina y Paraguay, orientada a cubrir el trazado del tren bioceánico. El megaproyecto cuenta con apoyo activo del Gobierno de Bolivia.
Contratos a medida y subcontrataciones amañadas
Investigaciones confirman que Gill utiliza subcontrataciones y contrataciones directas como mecanismos de favorecimiento del MAS. Asegura contratos millonarios con el Estado que luego retornan a sus empresas mediante subcontrataciones
En el proyecto de la red de teleféricos en La Paz y El Alto, Gill admitió ser socio de Cotienne S.A., subcontratista de Garaventa y Doppelmayr Bolivia S.A. Cotienne recibió adjudicaciones por más de 13 millones de bolivianos con “Mi Teleférico”.
El patrón se repite en contratos gasíferos. La construcción de 22 estaciones de regasificación por más de 162 millones de bolivianos y la provisión de 13 radares de última generación de Thales Air Systems S.A.S.
Tuto Quiroga ha señalado públicamente a Gill como “testaferro de Maduro”, por sus vínculos con el chavismo. Según Quiroga, logró negocios con el Estado a cambio de favorecer política y mediáticamente a Evo.
Alianzas políticas y pactos en la penumbra
En 2025, Claure ha sido vinculado tanto a Doria Medina como a Andrónico Rodríguez candidatos presidenciales socialistas. Las acusaciones apuntan a que explora pactos con ambos para garantizar el control del litio sin importar el resultado electoral.
Protegido por redes políticas y acuerdos de alto nivel. Mientras el pueblo sufre inflación, apagones y pobreza energética, el litio se convierte en moneda de cambio. La jugada es clara: Claure busca que, gane quien gane, el litio quede bajo su órbita de influencia.
Con la sociedad Claure–Gill, Bolivia enfrenta un escenario de privatización encubierta. Un negocio multimillonario que amenaza directamente la soberanía nacional.