Esta semana, en el histórico juicio por la muerte de cinco bebés en el hospital Materno Neonatal de Córdoba, habrá dos declaraciones muy esperadas. Una ya sucedió, la de la enfermera Brenda Agüero, principal acusada de esos fallecimientos y de otros ocho casos de bebés que se salvaron. La otra, prevista para este miércoles, es la de Diego Cardozo, ex ministro de Salud provincial cuando ocurrieron los hechos.
El martes, amplió su declaración la enfermera. Agüero sólo se había expresado en el segundo día del juicio. Entonces había apuntado a una supuesta condena mediática: «Cuando veo que hablan de asesina serial, no puedo creer que un área que tanto amaba sea mi desgracia».
Ahora, volvió con los mismos argumentos. Cargó contra los medios e insistió en que es inocente y se negó a responder preguntas por «el nivel de agresividad del Ministerio Público Fiscal y de los querellantes».
“Lo digo y no lo puedo creer: llevo casi tres años en este contexto, detenida por algo que no cometí, por hechos que no hice. No sé de qué otra forma decirlo: me están acusando de algo que yo no hice; jamás se me hubiera pasado por la mente, jamás le hice daño a una persona, mucho menos a un bebé”, aseguró.
Y defendió su rol: “La tarea de enfermería es algo que sólo lo puede vivenciar quien lo hace. Es imposible no sufrir con los pacientes, llorar con ellos. Y yo me capacité para poder hacerlo, para salvar vidas, no para lo que se me está acusando”.
En ese marco, explicó por qué tenía en su celular archivos con información sobre potasio. “Soy enfermera, o lo era, y parte de mi formación era estar actualizada en temas de medicina, de enfermería, de uso de fármacos. No es extraño que tenga eso en mi celular”, enfatizó.
“Realmente no sé qué pasó en el Neonatal ni me corresponde saberlo. Yo comprendo el dolor de las madres, pero yo no fui. Me están acusando de homicidio y de intento de homicidio; yo no fui, jamás le hice daño a una persona, mucho menos a un bebé”
También se justificó sobre una actitud cuestionada durante el juicio: que muchas veces sonríe durante las audiencias. Y dijo que lo hace para su mamá, «para que vea que estoy bien».
Los peritajes a los celulares de las autoridades
Además de la enfermera, en el juicio están siendo juzgados otras 10 personas, médicos y ex autoridades del hospital y ex funcionarios públicos (incluido el ex ministro Diego Cardozo). La fiscalía y las querellas apuntan a Agüero como responsable de los homicidios y a los funcionarios por facilitar que los hechos sucedieran con su omisión de deberes.
Las audiencias se iniciaron el 6 de enero y se espera que finalicen en junio. Estuvieron suspendidas en las últimas semanas porque la sala donde la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba lleva adelante el proceso estaba comprometida con otro juicio.
La semana pasada, expusieron expertos en informática que analizaron justamente los celulares de las autoridades médicas y políticas.
Según detalló el informe técnico, el celular de Cardozo habría sufrido un reseteo un día después de que el fiscal Raúl Garzón mandara un oficio para pedir que el hospital entregara los registros de los libros de actas de enfermería y de la sala de partos. El comisionado policial Néstor Biscotti ya había declarado que Liliana Asís, la ex directora, había borrado información de su móvil.
Luciano Pasquali, responsable de la Unidad de Equipos Móviles del Ministerio Público Fiscal del Poder Judicial, dijo no obstante que el reseteo puede ocurrir de distintas maneras (que se haga deliberadamente o si el sistema operativo presenta fallas), pero que cuando aparece un evento de este tipo «desde el punto de vista técnico, es un llamado de atención«.
Detalló que en el análisis de los celulares muestra entrecruzamiento de comunicaciones de cinco imputados, y que algunos tenían más llamadas que otros: por ejemplo, la neonatóloga Adriana Moralez tenía 22 comunicaciones con la directora Liliana Asís, pero esta tenía en su teléfono sólo 18 llamadas con esa médica. «Este es un claro ejemplo de cuando se borra información”, afirmó.
Pero el abogado defensor de Cardozo, Germán Matheu, cuestionó el informe pericial porque su cliente no reseteó voluntariamente el teléfono. “El evento que se detectó en el software del teléfono pudo deberse a varias situaciones. Desde un reseteo voluntario, a una actualización automática del sistema operativo”. Dijo que ese reseteo reportado ocurrió en un horario nocturno, lo que coincide con una actualización automática del dispositivo y refuerza la hipótesis de que Cardozo no borró nada del dispositivo.
Los desgarradores testimonios de las mamás
La causa surgió a partir de la denuncia de un particular, un ingeniero casado con una médica anestesióloga del hospital que había escuchado versiones sobre situaciones extremas, con muertes de bebés en el centro de salud entre marzo y junio de 2022.
En la primera etapa del juicio, el principal foco estuvo puesto, justamente, en Agüero. Y fueron también los testimonios más duros, con las declaraciones de las madres, los padres y en algunos casos las abuelas de los bebés.
«Mi hijo nació totalmente sano. Mi hijo nació bien de salud, en perfectas condiciones», declaró a mediados de enero Julieta Guardia, la mamá de Ibrahim, uno de los bebés fallecidos: «En cinco minutos, mi hijo estaba muerto», enfatizó la mujer, quien aseguró recordar los rostros de quienes la atendieron en el hospital y «sobre todo recuerdo el de ella», en referencia a Agüero, a quien reconoció cuando la vio en un noticiero de TV. También confesó quien confesó que intentó suicidarse tres veces después de lo que le pasó.
Otro testimonio impactante fue el de Vanessa Cáceres, la madre de Francisco, el primer bebé que falleció, el 18 de marzo de 2022. Vanessa, una de las mamás que más habló en los medios cuando se conoció el caso, explicó que los médicos no podían entender qué le había causado a Francisco el problema cardíaco que lo llevó a la muerte, ya que había nacido sano: “Le reventaron el corazón. El corazón de mi hijo estaba totalmente destruido”.
También dijo que no creía que Juan Schiaretti y las demás autoridades provinciales supieran de lo que ocurría en el hospital, pero que los padres luego se sintieron abandonados. Eso mismo expresó su esposo, Raúl Calderón: “El gobernador nos dio su apoyo y nunca más se comunicó con nosotros. Nos dejaron solos, tanto la sociedad como el gobierno que no tuvo empatía con las madres”.
Damaris Bustamante, mamá de Benjamín, otro de los bebés fallecidos, relató con lujo de detalles la violencia obstétrica que sufrió y también apuntó contra Agüero, quien le dijo que se levantara porque no estaba dilatando y le gritó: «No seas egoísta, si tu hijo se muere va a ser tu culpa”. Luego del parto, la trató como si no hubiera pasado nada: ‘¿Viste mamá que iba a estar todo bien? Yo te tenía fe». Y poco tiempo después, le informaron que su bebé había tenido dos paros cardíacos. Tras su muerte, tuvo que quedarse internada en el hospital ya que no le quisieron dar el alta porque la habían suturado: “Fue la peor noche de mi vida, todos los bebés lloraban y yo pensaba en que mi hijo estaba muerto”.
Yoselín Rojas (31), mamá de Angeline, una beba que murió el 6 de junio de aquel año y cuyo caso fue el primero que llegó a la Justicia, aseguró que “mi bebé ha sido envenenada con potasio, le pusieron una alta dosis de potasio. No merecía morir, no merecía morir así”. Y que cuando vio las fotos de la enfermera en los medios de prensa, tras su detención, se dio cuenta de que era quien se había llevado a su hija de la sala de parto. Su marido, Jaime Cornelio Pérez, dijo en su testimonio que vio cómo Agüero se acercó y pellizcó a la beba.
La acusación contra la enfermera
Para el fiscal de Cámara, Sergio Ruiz Moreno, la prueba es contundente para “sostener una acusación fuerte y seria” contra la enfermera. Se apoyó en que los peritos científicos dieron pruebas tajantes de que hubo una intencionalidad en las muertes de los bebés y “se desvirtuó toda posibilidad de un virus hospitalario”. Para el fiscal, se puede establecer una relación entre los 13 casos.
En el turno de de los peritos, Luis Ferrari, docente e investigador de la Universidad de La Plata y consultor en el juicio, aseguró que nunca vio un caso similar y afirmó que los niveles de potasio e insulina que se observaron en dos de los bebés fallecidos fueron “tremendamente sugestivos”.
Los peritos que presentó el Poder Judicial de Córdoba plantearon que en los dos casos de los bebés que murieron el 6 de junio encontraron niveles inauditos de potasio que sólo se pueden explicar con la inoculación externa. En los otros 11 casos, encontraron dos casos de niveles altos de insulina en sangre y no dudaron en señalar que alguien se los inyectó.
Los expertos que firmaron el peritaje multidisciplinario ofrecieron certezas en dos muertes y en tres bebés que sobrevivieron. Para los expertos, fueron homicidios sin lugar a dudas las muertes de Angeline Cornelio Rojas y de Melody Molina, ambas ocurridas el 6 de junio de 2022, y que son también los únicos dos casos en los que se hicieron autopsia. También consideraron que hubo una intención homicida en los casos del hijo de Brenda Leiva y de la hija de Ludmila Torres. Ambos pudieron sobrevivir.
Los peritos señalaron que en la mayoría de los casos podían ver elementos comunes, pero que no se podía asegurar que en los 13 haya un único patrón.
Gustavo Nievas, abogado de Agüero, cuestionó que las madres de los bebés recién nombraron a Brenda en el juicio y no en la instrucción. “El sesgo fue muy marcado y de todas maneras posibles quisieron enmarcar en su relato anterior a una Brenda”, remarcó el letrado. Por otro lado, planteó que los peritos que desfilaron por la sala de audiencia la semana pasada señalaron que “de las cinco muertes, tres fueron por causas naturales”.
“Lo mismo pasó con las descompensaciones ya que hubo cuatro en los que se desactivó la posibilidad de que haya ocurrido a partir del método que el fiscal (de instrucción) le atribuye a Brenda Agüero”, especificó. En otro orden, y refiriéndose a los funcionarios involucrados, afirmó que el centro obstétrico donde ocurrieron los hechos se desmanteló después de que la causa tomara estado público.
AS