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martes, 11 febrero, 2025
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Schwartzman, con Olé, antes de su retiro: la emoción por la última vez y su futuro ligado al tenis

Le dijeron que no llegaría. Que era demasiado bajo. Que no tenía el físico para el tenis de elite. Recibió más ‘no’ que ‘sí’. Le pusieron algunas trabas en su camino y vio a compañeros de camada cosechar resultados rutilantes en categorías juveniles. Todo parecía estar en su contra. Sin embargo, Diego Schwartzman, ese pibe de 1,70 metro que llegó al Náutico Hacoaj con un bolsito de tenis con un par de raquetas pero especialmente con muchas ilusiones, pudo contra todos los prejuicios.

Y vaya que logró revertir esos pronósticos con una carrera de 15 años de actividad al palo y con logros en todas las partes del planeta: alcanzó las semifinales de Roland Garros, llegó cuatro veces a cuartos de final de Grand Slams (dos en el US Open y otras dos en París), se clasificó a las ATP Finals, venció a Rafael Nadal en el polvo de ladrillo de Roma («se dio el partido perfecto»), tocó el #8 del ranking, se mantuvo en el top 20 durante cuatro años seguidos, conquistó cuatro títulos (Estambul, Rio, Los Cabos y Buenos Aires) y jugó una decena de finales más.

El Peque, concentrado en la entrevista con Olé. Fotos Emmanuel Fernández

Entrenando el doble que el resto, cuidándose con las comidas a rajatabla y apostando a un grupo de laburo de élite absoluta (con Martiniano Orazi como preparador físico y Juan Ignacio Chela como entrenador dio el gran salto), se convirtió en un referente para el tenis argentino. Ahora bien, el Peque, a sus 32 años, decidió decir basta. Y este martes, quizás por última vez, saldrá a la cancha (no antes de las 20, TyC Sports) ante Nicolás Jarry (44º) en la primera ronda del Argentina Open para colgar la raqueta definitivamente. Antes de eso, se sentó con Olé para dar una de sus últimas entrevistas como profesional y para analizar lo que dejó su trayectoria pero también para ya empezar a contar detalles de cómo continuará su vida.

-Ya te veo lagrimear y con los ojos vidriosos. Todos los jugadores que pasaron por las conferencias de prensa o que te cruzas por los pasillos del Buenos Aires Lawn Tennis Club hablan maravillas de vos cuando son consultados. En Rosario ya te homenajearon, y acá seguramente haya otro. ¿Qué esperás de ese momento? ¿Vas a llorar un poco?

-Sí, seguramente me emocione. Hay palabras y hay cosas que quiero expresar que naturalmente me hacen emocionar, a veces bastante, a veces un poquito. Es mi forma de ser en casi todo: escuchar una historia, expresarme, decir algo… Me pasa y soy una persona que se emociona bastante. Así que sí, ese va a ser un gran desafío: poder abstraerme un poco y manejar esas emociones que seguramente voy a sentir.

Diego Schwartzman –  

Schwartzman charló mano a mano con Olé

El tenista se retira del tenis pero antes habló con este medio.

-Te toca un rival jodido…

-El resultado no está lejos de ser lo que más me importa. Jugar bien sí, porque si va a haber gente y demás, creo que está bueno. Brindar un buen espectáculo y disfrutarlo con grandes tiros y puntos. Creo que eso es lo más lindo para todos. Después, si toca ganar o toca perder, será simplemente una anécdota.

-¿Disfrutaste de ver tenis en este tiempo en el que no estuviste compitiendo mucho o trataste de abstraerte?

-Más o menos. Miro muchos highlights, los resúmenes los miro mucho, eso sí me divierte, sobre todo de partidos que me gustan. Pero ahí es donde también pienso que el tenis tiene mucho margen para mejorar. Si a un deportista le cuesta ver un partido completo de dos horas, ¿cómo lo hace el público? Entonces, creo que ese es un desafío: preguntarse si en 10 años el tenis va a seguir siendo así. Hoy es difícil sostener a una persona sentada mirando una pantalla durante dos horas. Por eso miro los highlights, que en 8 o 10 minutos te resumen todo el partido, todos los momentos importantes.

-Desde este año, sos parte de Perros de la Calle (Urbana Play, con Andy Kuznetzoff a la cabeza). ¿Qué se viene ahora en el futuro? ¿Tenés planes de seguir con el tenis o vas a apuntar para otro lado?

-Sí, voy a seguir ligado. Van a surgir ciertas cosas, voy a seguir estando relacionado al deporte, seguramente como embajador de ciertas marcas, marcas que hasta hoy me acompañaron y que ellas van a seguir relacionadas al deporte. Y está bueno siempre tener a un deportista en la línea del deporte y de lo que quieren apuntar más adelante. La parte comercial me gusta mucho, la parte de eventos también, así que todo lo que pueda servir para mejorar la infraestructura y las condiciones en el deporte, sobre todo en esta región, que hay mucho para mejorar, me divierte mucho.

El Peque, feliz antes de su Last Dance. Fotos Emmanuel Fernández

-¿Y en la vida?

-Viajar, viajar. Empezar a conocer nuevas experiencias de vida. Seguramente más adelante. Bueno, este año nos casamos con Euge (De Martino), y después ya veremos si buscamos o no formar una familia. Durante mucho tiempo, solo pasaba tenis por la cabeza y ahora empiezan a aparecer otras cosas y es momento de hacerlas.

El ping pong del Peque Schwartzman con Olé

Diego Schwartzman –  

El Peque Schwartzman y un ping pong con Olé

Antes de su retiro, Diego se sometió al cuestionario de Olé.

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