En sintonía con la ola de despidos que atraviesa el país, la planta Shell Dock Sud (Raizen) despidió a varios trabajadores hace unos días. Desde el MST, venimos participando activamente en la campaña por la reinstalación de los compañeros, acercando la solidaridad de nuestros legisladores y referentes sociales y sindicales.
Hoy hablamos con Pablo Placeriani, uno de los despedidos, operario del área de planta desmineralizadora con 10 años de antigüedad en la empresa.
Pablo, contanos cómo despidió la empresa, a cuántos compañeros y qué razones argumenta Raizen-Shell.
En las últimas dos semanas despidieron a 10 compañeros. La empresa montó un operativo desmedido e inusual de seguridad en la puerta de la refinería, y nos comunicaron nuestro despido de forma escueta, en la recepción. Consideramos que no solo son despidos injustos, sino que también son totalmente ilegales y persecutorios.
Entre los despedidos está Ana Portillo, quien durante años reclamó un lactario para las trabajadoras madres de la refinería. También despidieron a brigadistas que enfrentaron incendios donde fallecieron compañeros y que, por ello, cuestionaron las normas de seguridad e higiene laboral, reclamando un comité mixto (con participación de los trabajadores) que se ocupe de estos temas. Además, despidieron a un exdelegado con mandato cumplido.
Aunque Raizen-Shell nos comunicó que ya no necesitaban nuestros servicios, sabemos que estos despidos apuntan a allanar el terreno para avanzar hacia una mayor flexibilización laboral. Una parte importante de la refinería ya está tercerizada, fuera del convenio petrolero, y buscan empeorar las condiciones y los ritmos de trabajo, reduciendo la cantidad de operadores para aumentar la producción. Aprovechan el contexto actual, siendo una empresa cercana al gobierno: el presidente de Raizen se reúne con funcionarios en la Casa Rosada, y Milei se saca fotos con los autitos de juguete que promocionan Shell en las estaciones de servicio.
Contanos sobre la campaña por la reinstalación de los despedidos.
El viernes pasado realizamos una manifestación con cientos de personas, donde estuvieron presentes la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, docentes de SUTEBA, ferroviarios, aeronáuticos, trabajadores de Pilkington y otras empresas con despidos, centros de estudiantes, CICOP, jubilados, y una inmensa cantidad de apoyos. Estuvimos acompañados por compañeros de distintas luchas, como los del Hospital Posadas, el abrazo al Bonaparte y la organización de la Marcha Federal Antifascista del 1/2.
Esta movilización fue el primer paso de una gran campaña por la reinstalación de los despedidos. El mensaje es claro: no nos van a vencer. El camino es la unidad en los reclamos de todos los trabajadores para defender y sostener los puestos de trabajo.