Roma, 14 ene (EFE).- El límite de dos mandatos consecutivos para los presidentes regionales de Italia está causando tensiones entre los socios del Gobierno de Giorgia Meloni, en concreto en la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y sus «barones’ del norte.
La polémica estalló cuando el Gobierno impugnó ante el Tribunal Constitucional la decisión del presidente de la región de Campania (sur), el socialdemócrata Vincenzo De Luca, de presentarse a un tercer mandato en las elecciones de este año, la semana pasada.
En Italia una ley de 2004 prohíbe encadenar tres legislaturas consecutivas como presidente regional, pero este veterano y duro gobernador aprobó otra normativa para esquivar el veto, desafiando al Ejecutivo y a su propia formación, el Partido Demócrata (PD).
Meloni ha llevado la cuestión ante el Constitucional, pero el tema ha inquietado a sus socios de coalición de la Liga, ya que algunos de sus máximos exponentes, líderes en las ricas regiones del norte, quieren mantenerse más tiempo en el poder.
El caso más paradigmático es el del presidente del Veneto, Luca Zaia, peso pesado de la Liga de Salvini y que, gracias a la misma estratagema de De Luca sí logró presentarse a un tercer mandato, gobernando dicha región desde el 2010.
Sin embargo, el Veneto tendrá que celebrar elecciones este año y Zaia aspira a permanecer en el cargo.
Mientras, Meloni, jefa de los ultraderechistas Hermanos de Italia, insiste en que el veto al tercer mandato es a nivel nacional y que «no se puede decir a unos que sí y a otros que no».
A lo que Zaia respondió hoy irritado: «Es inaceptable bloquear los mandatos de administradores elegidos directamente por el pueblo (…) Y molesta que las lecciones provengan de bocas que desde hace 30 años comen del Parlamento», reprochó el político.
El límite del poder regional también ha soliviantado al presidente de Friuli-Venecia-Julia y líder ‘leguista’, Massimiliano Fedriga, que lo ve como una «anomalía democrática».
La coalición de derechas que gobierna Italia, formada por los partidos de Meloni y Salvini y la Forza Italia de Antonio Tajani, suele consensuar los candidatos que presentan a las elecciones regionales, una estrategia que les ha concedido la hegemonía del poder territorial, con el control de 14 de las 20 regiones.
Meloni insiste en que Zaia no puede seguir presentándose y que sus aliados «deben tener en consideración» un posible candidato para gobernar el Veneto, aunque la Liga no quiere ni oír hablar de esa posibilidad por ser ese uno de sus bastiones históricos.
Estas tensiones emergieron en el Consejo de Ministros que impugnó la decisión de De Luca, ya que el titular de Asuntos Regionales y Autonomía, Roberto Calderoli, de la Liga, no firmó la medida, sino que fue presentada por todo el gabinete en conjunto.
La Liga ha exigido que la ley de 2004 que limita los mandatos sea modificada aunque, según fuentes de la formación, «por ahora no hay un acuerdo». EFE