Un objeto histórico de gran relevancia, el ejemplar personal del Código Civil que perteneció a Napoleón Bonaparte, será puesto a la venta el próximo 6 de marzo en una subasta organizada por la casa Tajan en París. Según ha informado el medio francés TF1 Info, este volumen único, considerado una pieza de colección excepcional, tiene un valor estimado entre 100.000 y 200.000 euros.
De acuerdo con el comunicado emitido por la casa de subastas, este ejemplar, impreso en papel de gran calidad y con el sello del entonces Primer Cónsul, es el único que permanece en manos privadas. Desde la caída del Imperio Napoleónico, el libro ha estado en posesión de una misma familia, los descendientes de Étienne Charvet, quien fue administrador del castillo de Saint-Cloud, una de las residencias de Napoleón, por lo que mantenía un vínculo cercano con él.
El ejemplar del Código Civil quedó en el castillo de Saint-Cloud en 1814, cuando Napoleón fue obligado a abdicar y partir al exilio en la isla de Elba. Según detalló TF1 Info, la autenticidad del volumen está respaldada por una carta manuscrita de Jean-Pierre Charvet, hijo de Charvet, que será incluida en la subasta. Este documento confirma la procedencia del libro y su conexión directa con el emperador.
El Código Civil, promulgado en marzo de 1804, marcó un antes y un después en la historia jurídica de Francia y del mundo. Napoleón, quien asumió el poder en 1799, consideró la creación de un código civil unificado como una de sus prioridades más importantes. Para ello, designó a cuatro juristas destacados: Jean-Étienne-Marie Portalis, Jacques de Maleville, François Denis Tronchet y Félix-Julien-Jean Bigot de Préameneu, todos ellos trabajaron en la redacción de este conjunto de leyes que buscaba uniformar las normas de convivencia en la Francia postrevolucionaria.
El texto estableció principios fundamentales como la igualdad ante la ley, la protección de la propiedad privada y la libertad contractual. Por primera vez, subrayó la “inconfesionalidad del Estado”, lo que significó el primer paso hacia la laicidad.
Estos valores, que surgieron en un contexto de profundas transformaciones sociales tras la Revolución Francesa, siguen siendo pilares del derecho moderno. De hecho, se han mantenido casi la mitad de los 2281 artículos originales en el texto jurídico francés actual.
El impacto del Código Civil fue tal que Napoleón lo consideró su mayor legado. En 1815, durante su exilio en la isla de Santa Elena, expresó al marqués de Montholon: “Mi verdadera gloria no es haber ganado cuarenta batallas. Waterloo borrará el recuerdo de tantas victorias. Lo que nada borrará, lo que vivirá eternamente, es mi Código Civil”.
El libro no solo es un testimonio del genio político y administrativo de Napoleón, sino también un símbolo de la revolución jurídica que marcó el inicio del siglo XIX.