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jueves, 26 diciembre, 2024
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San Lorenzo perdió contra Belgrano por la Liga Profesional y sus hinchas despidieron al equipo con insultos

A San Lorenzo le cuesta todo. Siempre. Se habituó a esa sensación. Cambia de entrenadores, de formaciones; cuenta con retornos de lesionados y… choca. No se asienta. Se hunde. Aun cuando Belgrano empieza un mini-interinato por un momento muy similar al que sufren en Boedo y tiene que decidir qué hace en terreno visitante, el equipo azulgrana cayó por 2-0 en el Nuevo Gasómetro en la Liga Profesional, por goles de Nicolás Fernández y Franco Jara, y la paciencia del público se colmó.

Se acerca la culminación del certamen y San Lorenzo es, entre los cinco grandes, el que mira más rezagado. Mientras el resto lucha por estar en las competencias internacionales, en el club atendieron en el año más a la proximidad del último puesto (en la Liga y en la tabla anual) que a objetivos grandes.

Por eso, su gente exige. Sumar de a tres y darle una sonrisa, al menos, en la noche del viernes habría bastado para que el ánimos fuera diferentes y la proyección del 2025 produjera mejores expectativas. Pero nada de eso ocurrió.

Enfrente, Belgrano. Paralelismo casi absoluto en sus respectivos balances, hoy apenas distanciados por una diferencia: el Ciclón transita la autopista regulando mientras mira el mapa y el entrenador Miguel Ángel Russo estudia quiénes serán imprescindibles en el viaje; el Pirata, con la obligación de mantenerencendido el motor, espera un rato en la banquina mientras decide cuál entrenador lo guiará en el inicio del año. Por ahora, no hay un nombre claro.

La mayor obligación, entonces, era para el local. Por estar ante su público, por las respuestas que precisa su experimentado director técnico y porque Belgrano llegó a Bajo Flores con el interinato de Norberto Fernández, tras la salida reciente de Juan Cruz Real. Pero, una vez más, San Lorenzo no estuvo a la altura.

Los jugadores de San Lorenzo saludan a sus hinchas como pidiéndoles perdón, tras la derrota contra Belgrano, de Córdoba, por 2-0.Fotobaires

En medio de la búsqueda de los mejores rendimientos con miras a la planificación del año que viene, Russo mantuvo nueve hombres de los once que últimamente prioriza: parece considerar y avisar que son lo mejor que tiene para encarar la parte final de este torneo olvidable para San Lorenzo. Ubicó a Facundo Altamirano sólo por una descompostura de Gastón Gómez, que no pudo ser siquiera suplente. Resistido por el público (Russo lo había utilizado únicamente en la derrota contra Independiente Rivadavia), el arquero tenía una cierta posibilidad de revancha y debía cumplir, pero su futuro cercano parece ya estar lejos del Gasómetro.

Belgrano llegó al Nuevo Gasómetro con un entrenador interino, en medio de una crisis, pero se fue con una sonrisa por el triunfo ante San Lorenzo.Fotobaires

La buena noticia de cara al futuro sí fue la vuelta de Malcom Braida: no jugaba desde el 21 de septiembre por una fractura en su pie derecho. Siempre titular en los ciclos previos, Russo no dudó en usar desde el inicio su experiencia. Quizá, por eso se le notó la lógica falta de ritmo de partido, expuesta en ciertos desencuentros. Sin embargo, no preocupa en sí aquello, sino la referencia que transmite: su regreso está a tono con el nivel general e individual de sus compañeros.

Belgrano, contrariamente, salió a poner condiciones en los primeros cinco minutos. No obstante, durante media hora, entre uno y otro no generaron situaciones de gol. Aburrían. Por eso sorprendió lo ocurrido cuando el reloj marcó ese tiempo.

La pelota impulsada por «Uvita» Fernández supera a Facundo Altamirano y San Lorenzo comienza a sufrir ante Belgrano, que le ganó por 2-0 por la Liga ProfesionalFotobaires

Juan Espíndola sacó fuerte desde el arco cordobés, la pelota cruzó la última línea azulgrana, apenas picó una vez y “Uvita” Fernández aprovechó el mano a mano: aquel que lloró tantas veces por las frustraciones de errar con la camiseta rival, esta vez fue verdugo. Y la gente, entonces, despertó: “¡Movete, Boedo, movete, movete y dejá de j…!” se sumó al insulto a los jugadores.

Miguel Russo no perdió tiempo, rompió el doble 5 para introducir a Nahuel Bustos en la conducción y el cotejo empezó a desestructurarse. Los espacios en el medio campo local le dieron al encuentro, al menos, un ida y vuelta que no permitía cerrar ojos: San Lorenzo, vertiginoso; Belgrano, manejando la pelota con calma y hacia adelante.

Compacto de San Lorenzo vs. Belgrano

Así, en un partido que igualmente no perdió el carácter de insinuaciones, el visitante construyó el gol que liquidó la historia: toques pacientes que derivaron en el desborde de Juan Velázquez y el centro exacto para la definición de Franco Jara, a los 36. Todo al revés para el local, que –enfurecido– sufrió la expulsión de Bustos por un exceso verbal.

Miguel Ángel Russo se preocupa y, aunque tenga la certeza de que a Ezequiel Cerutti le tienen que renovar el contrato, su equipo precisa mucho más que apenas un nombre y el análisis pensando en el año entrante acumula dolores de cabeza.

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