El sábado por la tarde, la Embajada de Argentina en Caracas fue rodeada por fuerzas de seguridad del régimen de Nicolás Maduro, según denunció el disidente Pedro Urruchurtu Noselli. A partir de la denuncia, la Cancillería Argentina emitió un comunicado donde rechazó ese tipo de prácticas y pidió que la comunidad extranjera condena las mismas.
Funcionarios encapuchados de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (DAET) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) se presentaron en las afueras de la Embajada con armas largas, bloqueando los accesos y cortando la señal móvil.
La situación generó alerta debido a que seis opositores venezolanos se encuentran refugiados en la embajada desde hace meses, buscando asilo político. Por tal motivo, la presencia de las fuerzas de seguridad ha sido interpretada como un intento de intimidación hacia los refugiados, quienes permanecen en el edificio diplomático.
Frente a dicha situación, la Cancillería Argentina emitió un comunicado a través de sus redes sociales, donde se expresó un contundente rechazo a dicho situación. “La República Argentina condena los actos de hostigamiento e intimidación contra las personas asiladas en la Embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la protección diplomática del gobierno de Brasil”, indicaron.
Además, se consideró que el despliegue de efectivos armados, el cierre de calles alrededor de la Embajada y “otras maniobras constituyen una perturbación de la seguridad que debe garantizarse a las sedes diplomáticas de conformidad con el derecho internacional, así como a quienes han solicitado asilo diplomático”.
Debido al hostigamiento generado, se remarcó: “La República Argentina hace un llamado a la comunidad internacional para condenar estas prácticas y exigir los salvoconductos necesarios que permitan la salida de las personas asiladas del país”.
Más allá de condenar el accionar de las fuerzas de la dictadura chavista, desde Cancillería se agradeció al gobierno de Brasil “por representar los intereses argentinos en Venezuela, asumiendo la protección de los locales diplomáticos, y por sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los asilados frente al hostigamiento del régimen venezolano”.
Al finalizar el comunicado, se destacó que “la República Argentina reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos, el respeto de las normas internacionales y la seguridad de quienes se encuentran en situación de asilo”.
El Comando con Venezuela, que agrupa a la oposición, alertó a la comunidad internacional sobre la presencia de las fuerzas de encapuchados rodeando la sede diplomática; y por eso, exigió el cese inmediato de las acciones intimidatorias. “¡Basta YA de persecución!”, exigieron junto a un video en el que se va a una patrulla con las luces encendidas, estacionada frente al establecimiento.
A través de un video compartido en redes sociales, se puede observar una patrulla con las luces encendidas frente a la embajada. Edmundo González Urrutia, líder opositor, también hizo un llamado de atención sobre la situación, advirtiendo sobre los riesgos que enfrentan los refugiados en la embajada. Al respecto, no solo compartió la situación que se transitaba sino que sostuvo: “al mundo de lo que pueda sucederle a los compañeros refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas”, que “están siendo asediados por personas encapuchadas”.
La última vez que las fuerzas chavistas fueron acusadas de asediar a la Embajada argentina en Venezuela fue el pasado 6 de septiembre, cuando la Plataforma Unitaria Democrática denunció un accionar similar. En esta oportunidad, varios oficiales se presentaron con patrullas, encapuchados y armados y permanecieron toda la noche en los accesos de la sede. Además del bloqueo de salidas, la refugiada y jefa de campaña de María Corina Machado, Magalli Meda, advirtió que el servicio de electricidad había sido interrumpido.
Luego de que ambos países rompieran sus relaciones diplomáticas, el episodio contribuyó a que la tensión aumentara a tal punto de que el régimen había revocado el permiso que le había concedido al gobierno de Brasil para custodiar el edificio diplomático. Por medio de un comunicado de la Cancillería venezolana, las autoridades denunciaron una supuesta “misión diplomática para la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio contra el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, y contra la Vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez Gómez, por parte de los prófugos de la justicia venezolana que permanecen dentro de ella”.
No obstante, el gobierno brasileño se negó a revocar la custodia y ratificó que continuaría con la tarea de defensa y protección del edificio. “El Gobierno brasileño recibió con sorpresa el anuncio del Gobierno venezolano de que pretende revocar su consentimiento para que Brasil proteja los intereses argentinos en Venezuela. De acuerdo con las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, Brasil permanecerá a cargo de la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que el Gobierno argentino designe otro Estado aceptable para el Gobierno venezolano para desempeñar estas funciones”, indicó Itamaraty en un escrito.