Con el derrumbe de la Ley ómnibus en la Cámara de Diputados, el gobierno de Javier Milei decidió acelerar el «plan motosierra» para alcanzar el ansiado «déficit cero». Si bien reconocen que se generó una fuerte caída del consumo, en el Ejecutivo confían en tres herramientas claves para estabilizar la economía a pesar de no contar con el apoyo de «la política».
«Si lo que proyectamos en lo económico sale bien, todo el resto sale bien. Cuando la política está en contra, lo único que te salva es la economía», aseguraron a iProfesional fuentes de la Casa Rosada, quienes reconocieron que hay «una caída feroz» de la actividad económica, pero «no hay nada que te indique que a fin de año seguís en recesión».
¿Cuáles son las herramientas claves en las que piensa el Gobierno?
Desde las usinas libertarias reconocen la falta de consenso político, principalmente en el Congreso de la Nación, pero consideran que el Gobierno puede «encaminar la gestión» poniendo el foco en tres herramientas: «sincerar los precios, bajar la inflación y levantar el cepo cambiario».
«Sabemos que la inflación acumulada en poco más de dos meses de gestión es alta, pero tiene que ver con el sinceramiento de precios. El gobierno anterior escondía la basura bajo la alfombra y ahora estamos viendo las consecuencias», argumentaron fuentes con despacho en Balcarce 50, aunque consideraron que «la inflación va a empezar a bajar en febrero».
En esa línea, el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, había afirmado en declaraciones periodísticas que «la inflación está bajando por la contracción monetaria» y dijo esperar que el índice de precios de febrero esté «más cerca del 10% que del 20%, producto del control fiscal y monetaria».
«La inflación está bajando más rápidamente de lo que la media de los economistas pronosticaban, pero es posible que lo peor de la crisis suceda entre marzo y abril», reiteró el titular del Palacio de Hacienda.
Javier Milei busca mantener el superávit fiscal y bajar la inflación sin ayuda de «la casta».
Con ese panorama, fuentes oficiales indicaron a este portal que «la adquisición de reservas del Banco Central fue muy alta, por lo que se podría levantar el cepo cambiario hacia mitad de año». Además, anticiparon que la actualización del valor de la divisa estadounidense podría realizarse por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
¿Las consecuencias del uso de ‘la motosierra y la licuadora’ se sostienen con el relato anticasta?
Bajo la premisa de que el uso de «la motosierra y la licuadora» no se negocia, elementos centrales del plan económico de Milei, desde la Casa Rosada anunciaron con bombos y platillos el superávit financiero que lograron en enero, producto de los recortes del gasto público y el incremento de los ingresos vinculados al comercio exterior. «Nosotros no vinimos a negar la realidad. Estamos haciendo lo que dijimos que íbamos a hacer para ordenar las cuentas y que Argentina comience a crecer», plantearon.
«Los próximos meses van a ser muy difíciles porque vamos a seguir con el sinceramiento de precios. Se intentará cuidar el poder adquisitivo, pero no vamos a hacer nada fuera del déficit fiscal. Es un punto que no se negocia», sostuvieron fuentes de La Libertad Avanza.
En medio de una serie de medidas de fuerzas impulsadas por distintos sindicatos, sumado a los cortocircuitos constantes con un sector de la oposición, en la Casa de Gobierno consideraron que «el conflicto en la calle te lo da el 30% que eligieron al candidato de Unión por la Patria (Sergio Massa)», quien reaparecerá este sábado en una actividad del Frente Renovador en el partido bonaerense de Roque Perez, en tierras del intendente massista Maximiliano Sciaini.
«El resto de los argentinos querían un cambio, por eso Milei ganó el balotaje por el 56% de los votos. Vamos a defender nuestro plan de gobierno, no podemos permitir que nos lleven puestos tres tipos que quieren seguir con los curros», advirtieron los libertarios.
El Gobierno busca el apoyo de los gobernadores para reflotar partes de la Ley ómnibus
Mientras analiza distintas alternativas jurídicas para avanzar con las reformas que quedaron truncas al no prosperar la Ley ómnibus en el Congreso, el Gobierno intenta reconstruir el vínculo con los mandatarios provinciales, con quienes negociará nuevamente un pacto fiscal a cambio del acompañamiento en partes que considera «claves» de la fallida normativa.
Guillermo Francos será clave para el Gobierno en su intento de retomar el diálogo con los gobernadores.
«Ellos necesitan plata y el Gobierno necesita leyes», resumió una fuente con despacho en Balcarce 50, quien aclaró que el Ejecutivo nacional retomó las conversaciones con los gobernadores, pero eso no implicará que van a «conseguir todo lo que quieran».
Según supo iProfesional, el presidente Javier Milei no tiene previsto encabezar una cumbre de gobernadores, como lo hizo al inicio de su mandato en la Casa de Gobierno, sino que dejará la tarea de recomponer el vínculo en manos del ministro del Interior, Guillermo Francos, quien ya estuvo reunido con los mandatarios del norte grande en la provincia de Salta.
«El Gobierno sigue dialogando con los gobernadores, uno por uno, y de eso se encarga el ministro del Interior. El capítulo fiscal fue sacado porque a cambio ellos tenían que apoyar la Ley ómnibus, pero eso no se cumplió», señaló el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una de sus últimas conferencias de prensa.
Lo cierto es que la tarea encomendada a Francos no es nada fácil, ya que la relación con los gobernadores atravesó semanas de turbulencia política al caerse el proyecto que incluía un mega paquete de desregulaciones, oportunidad en la que el propio jefe de Estado los calificó como «traidores». Como si eso fuera poco, Milei dio la orden de incrementar el ajuste a las provincias, motivo por el cual se eliminaron los fondos de Compensación del Transporte y de Incentivo Docente, además de todos los giros no automáticos a las provincias.