17 C
Buenos Aires
InicioDeportesEl ajedrez y la inteligencia artificial: una sociedad que cambiĆ³ la forma...

El ajedrez y la inteligencia artificial: una sociedad que cambiĆ³ la forma de entrenar y entender el juego

El roce de las piezas con el tablero. Un silencio intenso, apenas cortado por el respirar de los jugadores y un murmullo de los coordinadores o los pocos espectadores. El click del reloj, que cambia a medida que los contrincantes mueven las blancas o las negras. En una partida de ajedrez se pueden percibir todos estos sonidos. Pero hoy ya no forman parte de la cotidianeidad del ajedrecista o al menos de su trabajo profesional. Todos pueden traducirse a una computadora: un tablero con las casillas verdes y blancas, con un reloj digital y sonidos artificiales que cambian segĆŗn la plataforma, para simular lo que antes era algo Ćŗnico para el mundo del ajedrez. Dos palabras que llegaron para transformar este deporte: inteligencia artificial.

Los constantes cambios tecnolĆ³gicos afectan la vida cotidiana de las personas. Pero pocas actividades profesionales, principalmente en el deporte, sufrieron tantas modificaciones como el ajedrez. La Inteligencia Artificial (IA) beneficiĆ³ el crecimiento de la popularidad de este juego y el desarrollo de mejoras en su entrenamiento y su prĆ”ctica. Estos procesos de transformaciĆ³n comenzaron mucho antes del surgimiento de los grandes programas que se conocen hoy: cerca de 1980 la inteligencia artificial ya era una cuestiĆ³n a tener en cuenta para los ajedrecistas.

ā€œEstĆ” en nuestra naturaleza la constante necesidad de evolucionar y mejorar nuestro desarrollo cognitivo y es eso lo que hace cercana a la inteligencia artificial, ya que naciĆ³ para resolver problemas de una manera similar a la inteligencia humanaā€, afirma Sergie Code, miembro de la Sociedad Argentina de Inteligencia Artificial. La cercanĆ­a entre el ajedrez y este campo de la ciencia informĆ”tica se da porque para cada movimiento del juego siempre existe una infinidad de posibilidades y la toma de decisiones de manera eficiente es fundamental para ganar.

A Sergie, a los ocho aƱos, le daba intriga observar mientras sus padres y sus tĆ­os jugaban en cada reuniĆ³n e intentaba analizar de quĆ© se trataba. Ya de grande se animĆ³ a jugar torneos como parte de las actividades extracurriculares del colegio. Su interĆ©s por descubrir lo tĆ©cnico del ajedrez lo llevĆ³ a estudiar una carrera. Trabaja como lĆ­der de un equipo de IA para una empresa de software estadounidense y ademĆ”s divulga noticias de tecnologĆ­a en redes sociales.

ā€œSiento que la programaciĆ³n y el ajedrez tienen algo en comĆŗn: exprimir el lado cognitivo para sacar lo mejor de mĆ­ā€, cuenta. AdemĆ”s de usar su espacio oficina-estudio para grabar videos de cursos de programaciĆ³n para su canal de YouTube, es ahĆ­ donde juega ajedrez online. Es que esta prĆ”ctica se remonta tiempo atrĆ”s de los constantes avances tecnolĆ³gicos que se ven hoy. La bĆŗsqueda por llevar este juego a otro nivel se puede ver desde hace mĆ”s de 40 aƱos.

El gran maestro Garry Kasparov perdiĆ³ contra Deep Blue, el primer motor de ajedrez inteligente. Foto ReutersEl gran maestro Garry Kasparov perdiĆ³ contra Deep Blue, el primer motor de ajedrez inteligente. Foto ReutersGarry Kasparov, uno de los ajedrecistas mĆ”s importantes de la historia, asegurĆ³ en la dĆ©cada del 80 que la IA jamĆ”s alcanzarĆ­a el nivel de los grandes maestros, mĆ”ximo tĆ­tulo en ajedrez. Como era de esperarse con estos avances constantes, Kasparov perdiĆ³ contra Deep Blue, el primer motor de ajedrez inteligente, en 1996.

En base a esta bĆŗsqueda de perfeccionar y evolucionar el ajedrez, se han creado los motores de inteligencia artificial, utilizados para entrenamiento y estudio de un juego que es cada dĆ­a mĆ”s popular. Los mĆ”s relevantes actualmente son dos: Stockfish y Alpha Zero.

Stockfish es uno de los mĆ³dulos de inteligencia artificial vigentes que estĆ” basado en modelos de aprendizaje alimentados con partidas reales de humanos y con esa informaciĆ³n puede calcular sus prĆ³ximas movidas potenciales. Es el Ćŗnico mĆ³dulo de cĆ³digo abierto, por lo que puede ser mejorado con el aporte de cualquier persona especializada en el mundo. Alpha Zero, en cambio, es un desarrollo privado de la empresa Deep Mind y no se le ingresa ningĆŗn dato previo mĆ”s que las propias reglas del juego.

ā€œLo llamativo de esta tecnologĆ­a es que estĆ” inspirada en lo que se conoce como psicologĆ­a conductista. El mĆ©todo refiere al aprendizaje por refuerzo, entregando recompensas y descartando lo negativo. De esta manera, la IA disminuye los errores y genera nuevos conjuntos de datos filtrados buscando nuevos estĆ­mulosā€, explica Sergie.

Diego Flores es uno de los ajedrecistas mĆ”s relevantes de la historia argentina. GanĆ³ dos veces el Premio Konex ā€”Diploma al MĆ©rito como uno de los cinco mejores ajedrecistas de la dĆ©cada en Argentina, en 2010 y 2020ā€” y fue siete veces campeĆ³n del Argentino Superior, el torneo mĆ”s importante a nivel nacional. AdemĆ”s, como casi todos los jugadores del paĆ­s, da clases virtuales.

En la pantalla de su celular se ve una jugada sugerida por Stockfish en una partida que estĆ” practicando: tiene un torneo virtual importante en unas horas. ā€œPongamos que juego contra vos. Yo en mi celular de mierda tengo un programita que le gana hasta a Carlsen. Mientras jugamos en la computadora, yo prendo el mĆ³dulo, voy cargando las jugadas y ya estĆ”: te ejecuto fĆ”cilā€, explica. Ese es el nivel de velocidad y potencia que alcanzĆ³ la tecnologĆ­a inteligente en el juego.

Diego Flores ganĆ³ dos veces el Premio Konex como uno de los mejores ajedrecistas nacionales. Foto Rolando Andrade StracuzziDiego Flores ganĆ³ dos veces el Premio Konex como uno de los mejores ajedrecistas nacionales. Foto Rolando Andrade StracuzziComo muchos ajedrecistas del mundo, tuvo que adaptarse a las nuevas inteligencias artificiales que colmaban su deporte. Aquello que alguna vez conocieron cambiaba a pasos agigantados, todo a travĆ©s de una pantalla. Pero Diego tiene una particularidad: su carrera comenzĆ³ con el despegue de estos mĆ³dulos y sigue avanzando a la par.

ā€œCuando yo arranquĆ©, todo lo que tenĆ­a que ver con la informĆ”tica y los mĆ³dulos era muy malo. Eran muy poco confiables y se usaban para jugar, no para entrenar. En ese momento eran libros: toda la informaciĆ³n que necesitabas para practicar estaba en el libroā€, comenta.

Flores comenzĆ³ su actividad profesional competitiva en 1994, cuando tenĆ­a nueve aƱos. A los 10, Diego ya viajaba por el paĆ­s para jugar torneos nacionales y un aƱo despuĆ©s hizo su primer viaje internacional a Brasil. ā€œUno viajaba y tenĆ­a que llevar una parva de libros, mayormente de aperturas. Te ponĆ­as a practicar con el tablero y los libros, cuando hoy es frecuente que los ajedrecistas ni siquiera tengan tablero. Es todo a travĆ©s de una computadoraā€.

En los aeropuertos se podĆ­a ver a un joven Diego con una gran pila de literatura de combinaciones y aperturas: los cuatro tomos del ā€œTratado General de Ajedrezā€ del gran maestro argentino Roberto Grau, ā€œMi Sistemaā€ de Aron Nimzowitsch, ā€œTĆ”ctica y Estrategia Modernaā€ de Luděk Pachman y ā€œAjedrez en la Cumbreā€ de Tigran Petrosian son los principales que usaba. Hoy entrenarse con este mĆ©todo entra en una categorĆ­a que Flores resume como ā€œun ataque de romanticismoā€.

ā€œCuando yo era chico y viajaba a un torneo, se llevaban boletines de otros torneos. Al dĆ­a siguiente de cada ronda que se jugaba te daban una fotocopia con las partidas de ese dĆ­a. Eso lo ibas juntando y en el siguiente torneo te fijabas si en uno de los boletines tenĆ­as partidas del rival que te tocabaā€, recuerda Diego. Esto era mĆ”s impreciso que las facilidades que traen las nuevas inteligencias artificiales, ya que ā€œtenĆ­a que coincidir el color de las piezas y que jugara algo similar, por lo que era muy difĆ­cil preparar una partida de manera exactaā€.

Faustino Oro tiene 10 aƱos y es el nĆŗmero uno del mundo a su edad. Foto Costanza NiscovolosFaustino Oro tiene 10 aƱos y es el nĆŗmero uno del mundo a su edad. Foto Costanza NiscovolosLas partidas actuales se preparan con una mayor precisiĆ³n y un enfoque mĆ”s acertado sobre el rival. Las bases de datos son capaces de recopilar infinitas partidas registradas, con las que los jugadores pueden analizar a su prĆ³ximo contrincante. La mĆ”s popular es ChessBase, cuya compaƱƭa tambiĆ©n produce mĆ³dulos de juego.

ā€œHay dos cosas a tener en cuenta para preparar una partida. Primero busco al rival en la base de datos, miro sus partidas y cuĆ”ntas tiene, busco cĆ³mo fue jugando con determinado color (blancas o negras), quĆ© aperturas o defensas juega y pienso quĆ© deberĆ­a hacer en base a eso. Y en segundo lugar, una vez que empiezo a detectar por dĆ³nde podrĆ­a ir el encuentro, busco otras referencias sobre esas diversas posiciones, con el mĆ³dulo y en partidas de otros maestrosā€, explica Flores sobre su entrenamiento habitual. Hace 20 aƱos, esta realidad distaba de parecerse al presente.

Uno de los puntos centrales de la creciente popularidad que atraviesa el ajedrez, ademĆ”s de la variedad de motores disponibles, son las plataformas de juego online. Chess.com, Lichess o SimpleChess coparon el mercado y conectan a millones de jugadores amateurs y profesionales a lo largo del mundo. Pero tanto Flores como la SAIA coinciden en que hubo un punto clave en este boom del juego que llevĆ³ el uso de estas aplicaciones a nĆŗmeros millonarios: la pandemia de coronavirus.

ā€œEn la pandemia trabajĆ© mĆ”s que nunca. Como la gente estaba en su casa, tuve muchĆ­simo trabajo, fue realmente agotador. Que estuviĆ©ramos todos guardados hizo que la gente que ya jugaba ajedrez tuviera un montĆ³n de tiempo libre y empezĆ³ a jugar mucho mĆ”s. Hay muchos ajedrecistas nuevos que empezaron jugando online y ni siquiera conocen un tablero. No conocen las piezas. Y despuĆ©s en las clases les costĆ³ adaptarse a lo fĆ­sicoā€, sostiene Diego.

SegĆŗn un informe de Chess.com publicado en enero de 2023, desde 2020 la cantidad de jugadores registrados en la aplicaciĆ³n se triplicĆ³. Y a comienzos de este aƱo se alcanzĆ³ la cifra rĆ©cord de 10 millones de usuarios activos. Esto empezĆ³ a aumentar considerablemente desde finales de 2022, hasta que el 20 de enero de 2023 se jugaron 31.700.000 partidas, un nĆŗmero impensado antes de la apariciĆ³n del coronavirus.

Este crecimiento tambiƩn se vio reflejado en el ajedrez profesional, con cada vez mƔs torneos jugados de manera virtual.

El noruego Magnus Carlsen encontrĆ³ inspiraciĆ³n en uno de los motores de IA para convertirse en el mejor ajedrecista. ā€œSiempre hubo un interĆ©s constante de los mismos grandes maestros en invertir en tecnologĆ­a para mejorar su rendimientoā€, afirma Sergie Code.

Luego de ganar su primer campeonato a los 22 aƱos, Carlsen cofundĆ³ una compaƱƭa tecnolĆ³gica que desarrollĆ³ una aplicaciĆ³n para celulares que lleva su nombre: Play Magnus. Entre los integrantes del equipo que trabajĆ³ junto a Ć©l estaba Tord Romstad, uno de los creadores del software de Stockfish. En 2019, la plataforma de juegos online Chess24 fue absorbida por Carlsen y meses mĆ”s tarde Chess.com adquiriĆ³ Play Magnus por 83 millones de dĆ³lares. ParecerĆ­a que detrĆ”s de todo ese movimiento hay un monopolio, pero lo que existe claramente es una vasta cantidad de datos para alimentar los motores.

ā€œUna de las caracterĆ­sticas de juego de Magnus Carlsen que absorbiĆ³ de los mĆ³dulos es hacer sacrificios a largo plazo, una estrategia que el noruego implementĆ³ y nunca antes se habĆ­a visto en este deporte. Esto le permite al jugador tener una ventaja favorable hacia el final de la partida, pudiendo liquidar a sus oponentes anulando su capacidad de lectura sobre su adversarioā€, aporta Patricio Rouan, lĆ­der de comunicaciĆ³n de SAIA.

Otra persona que conoce de cerca el funcionamiento de los motores y las plataformas online es Guadalupe Encina. Campeona argentina y panamericana en las categorĆ­as juveniles, lleva adelante la academia virtual Ajedrez G.E., donde da clases personalizadas y grupales, workshops y cursos para empresas, asĆ­ como crea contenido para redes sociales vinculado al mundo del ajedrez.

Guadalupe creciĆ³ con este juego, al igual que Diego. Al vivir en un paĆ­s donde dista de tener la popularidad que tiene el fĆŗtbol u otros deportes, los ajedrecistas suelen estar alejados del protagonismo. ā€œCuando era chica, la gente siempre se asombraba cuando yo contaba que jugaba ajedrez. Capaz avisaba que me iba a ausentar en el colegio o en alguna actividad porque me iba a jugar un torneo. Claro, es una disciplina que comparada a otras pasa sĆŗper inadvertida. Yo siempre pensaba que los ajedrecistas Ć©ramos un grupo apartado de personas que estĆ”bamos medio locos, que el ajedrez era sĆŗper aburrido y que a nosotros, por alguna razĆ³n, nos gustabaā€, asegura.

Ā«Gambito de damaĀ» fue una de las series mĆ”s vistas de Netflix en el momento de su estreno.Ella tambiĆ©n detectĆ³ otro factor importante durante este crecimiento del juego: la serie ā€œGambito de Damaā€. ā€œCuando publicaron esa serie en Netflix cambiĆ³ todo y salieron unos nĆŗmeros increĆ­bles. De hecho, en Google se dio el rĆ©cord de la mayor cantidad de bĆŗsquedas de ā€˜cĆ³mo jugar ajedrezā€™ en la historia. Y eso me hizo preguntarme: Āæes el ajedrez el problema o es cĆ³mo nosotros mostramos el ajedrez?ā€, comenta.

Esta pregunta fue la que la llevĆ³ a las largas horas de grabar videos sobre curiosidades en determinadas posiciones, armar el sitio web de la academia y atraer a mĆ”s jugadores a este juego. Esa duda y los motores de ajedrez.

ā€œSe nota mucho el avance del nivel de los ajedrecistas con estos motores. Si comparamos al actual campeĆ³n mundial con el campeĆ³n mundial de hace 20 aƱos hay un abismo de nivel. Todo eso se debe a los mĆ³dulos. Ellos permitieron que pudiĆ©ramos analizar mucho mejor nuestras partidas y que mejoremos muchĆ­simo mĆ”s nuestra visiĆ³n, nuestra capacidad de cĆ”lculoā€, explica Guadalupe. Y destaca el fĆ”cil acceso a estas herramientas, ya que ā€œcualquiera que tenga una computadora y conexiĆ³n a Internet puede acceder a un motor, que es casi como tener un profesor en tu casaā€.

El drama de las trampas

Magnus Carlsen dejĆ³ entrever que Hans Niemann hacĆ­a trampa y luego hicieron las paces.Magnus Carlsen dejĆ³ entrever que Hans Niemann hacĆ­a trampa y luego hicieron las paces.Sin embargo, el despliegue de estas herramientas forzaron a las plataformas a robustecer los mĆ©todos de detecciĆ³n de trampas, que son especialmente necesarios con el aumento de usuarios. Y la inteligencia artificial puede abordar estas preocupaciones.

En la plataforma Chess.com desarrollaron su propia IA para detectar el uso malicioso de otras inteligencias artificiales en favor de hacer trampa en las partidas. Es que aunque sean profesionales quienes estƔn jugando, muchas veces los nicknames (nombres de usuario en la plataforma) no coinciden con el nombre del jugador.

Sin ir mĆ”s lejos, en el encuentro Flores-Carlsen del torneo antes mencionado, los comentaristas bromeaban sobre la partida messiboca contra MagnusCarlsen. ā€œExiste un gran problema en las partidas virtuales transmitidas en streaming: lo Ćŗnico que no se puede controlar es quĆ© ocurre entre el jugador y las piezas del ajedrezā€, explica el especialista Sergie Code. A diferencia de una partida presencial, una de las partes mĆ”s importantes estĆ” ausente de la vista del otro jugador y de los jueces: las manos.

Sergie destaca que uno de los detalles mĆ”s importantes de este informe es que ā€œuna de las funciones de las IA de detecciĆ³n de trampas es determinar si los jugadores juegan mejor de lo que deberĆ­an, teniendo en cuenta su tipo de juego en su historial y su rankingā€.

Sobre este aspecto se detiene Rouan y destaca: ā€œMĆ”s allĆ” de que exista aquel que quiere utilizar la tecnologĆ­a de manera maliciosa, siempre debe existir un mecanismo que la prevenga. Creemos firmemente que la IA tiene el potencial de mejorar nuestras vidas, siempre y cuando se utilice de manera responsable y Ć©ticaā€.

Flores y Encina tambiĆ©n conocen de cerca este tipo de situaciones vinculadas a la trampa. ā€œYo sĆ© que cuando juego online estoy expuesto a que venga alguien y me haga trampa. Y cada tanto pasa, porque el programa te lo avisa: ā€˜Recuperaste puntos de ranking porque tal usuario hizo trampaā€™. Cuando se juegan torneos con premios y hay mĆ”s seguridad, es diferenteā€, comenta Flores.

En cambio, Guadalupe habla de un caso que le ocurriĆ³ a uno de sus estudiantes: ā€œUn alumno que me dijo que estaba jugando un torneo online en la plataforma Lichess y en la mitad del campeonato se dieron cuenta de que habĆ­a un usuario que estaba haciendo trampa. Estaba usando un mĆ³dulo y le bajaron la cuenta. Casos asĆ­ hay todo el tiempoā€.

La magia sobre el tablero

Candela Francisco Guecamburu (derecha) es la campeona mundial juvenil de ajedrez. Foto FIDECandela Francisco Guecamburu (derecha) es la campeona mundial juvenil de ajedrez. Foto FIDEEllos hacen una aclaraciĆ³n que refiere al uso y a la relevancia que se le da al ajedrez virtual. Ninguno de los dos cambiarĆ­a un torneo online por uno presencial. ā€œPensĆ© que con la pandemia podrĆ­a pasar que el juego virtual reemplazara a los torneos en persona, pero la verdad es que en cuanto se abrieron un poquito las puertas los torneos rebasaron de gente. Ya no creo que se incline para un solo ladoā€, define Diego.

Y Guadalupe muestra una postura firme similar. ā€œYo ni loca te cambio un torneo presencial por uno virtual. Siempre hay un lado humano. Desde el momento en el que uno se sienta a jugar ajedrez hay una persona jugando. Por mĆ”s que vos prepares tus partidas, siempre va a haber una cuota de nervios, de ansiedad y de querer ganar, y eso influye un montĆ³nā€, concluye.

El destino de la inteligencia artificial en el ajedrez todavĆ­a es incierto. El desarrollo de nuevos motores y programas es constante, aunque la convivencia entre el juego online y en persona parece ser una realidad asegurada. ā€œEn SAIA reconocemos que la IA es una tecnologĆ­a poderosa y transformadora que estĆ” influyendo en diversos aspectos de nuestras vidas y en la forma en que trabajamos. Sin embargo, no es una entidad autĆ³noma que reemplazarĆ” completamente a los seres humanos. MĆ”s bien creemos en la coexistencia armoniosa entre la IA y las capacidades humanas. Una coexistencia que ayude a potenciar nuestras capacidades y mejorar nuestra calidad de vidaā€, sostiene Rouan.

Un ajedrecista, una comunicadora y una entidad de inteligencia artificial coinciden en que todavĆ­a reciĆ©n se ve la punta del iceberg en el camino por entender estas nuevas tecnologĆ­as. La SAIA afirma que hoy ā€œestamos evidenciando solo el 1% de la capacidad de la IA y para que realmente se vea afectado el trabajo humano aĆŗn faltan 10 o 15 aƱosā€.

El futuro de los tableros imaginarios y peones electrĆ³nicos estĆ” por verse, con la vertiginosa actualidad de la revoluciĆ³n tecnolĆ³gica. Encina se muestra optimista sobre los prĆ³ximos pasos del juego que la acompaĆ±Ć³ durante toda su vida: ā€œPor mĆ”s que exista el software o el robot o lo que sea que juegue perfecto, los humanos vamos a seguir jugando ajedrez. Vamos a seguir ganando, vamos a seguir perdiendo y vamos a querer seguir jugando. Y si tenemos mĆ”s herramientas para mejorar como ajedrecistas, mejorā€.

HS

MƔs noticias
Noticias Relacionadas