En diálogo con Canal E, el economista Leonardo Alberto advirtió que el mantenimiento de tasas de interés elevadas por parte del Gobierno está generando un «efecto destructivo» en la producción y complicando seriamente a las pymes.
El impacto directo en la economía real
“Estas modificaciones, estas variaciones fuertes de la tasa de interés pegan directamente en la producción”, sostuvo Alberto, al explicar que el aumento del costo del dinero afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas. Según el economista, muchas pymes se financian mediante instrumentos del mercado de capitales como los cheques, y cuando suben las tasas, ese costo extra se traslada —cuando se puede— al precio de los productos.
“Hoy por hoy con los niveles de demanda que tenemos es muy difícil que puedan trasladar esos intereses a los precios que luego uno consume”, afirmó el economista, señalando que la consecuencia directa es una “reducción en la tasa de ganancia de las pymes”. Este ahogo financiero, dijo, tiene un efecto inmediato sobre el nivel de actividad.
El escenario que describió Alberto no es alentador: “Es muy factible que esa suba de producción en algunos sectores empiece a perder fuerza y entremos nuevamente en una meseta”. Aunque algunos sectores aún muestran indicadores positivos, el especialista advirtió que la economía podría estancarse si no se modifica el rumbo tras las elecciones.
Importaciones, presión cambiaria y el futuro inmediato
Además de las tasas, otro factor que perjudica a las pymes es la creciente competencia de productos importados. “Hay empresas muy reconocidas que directamente les conviene dejar de producir en el país y traer productos similares de Brasil o incluso de China”, advirtió. Esto se debe a que, incluso con costos logísticos elevados, la importación sigue siendo más rentable que la producción local.
En este contexto, las pymes sufren un doble golpe: “Por un lado se les encarecen los costos de financiación y, por otro, la competencia externa no les permite ajustar sus precios”. Para muchas, la única salida es reducir su margen de ganancia o salir del mercado.
Respecto al comportamiento del dólar, Alberto detalló que las tasas de caución en el mercado de capitales alcanzaron el 51%, luego de haber rozado el 70 u 80%. Según explicó, “la única manera que está encontrando hoy el Gobierno de contener el dólar es la tasa de interés y las operaciones de dólar futuro”.
El economista estima que el tipo de cambio oficial encontrará una “banda de volatilidad nueva que va a estar en el orden de los 1.300 a los 1.350, 1.360 pesos por dólar”, aunque no descartó nuevas fluctuaciones según el comportamiento de los dólares financieros como el MEP y el CCL.
Finalmente, Alberto fue contundente sobre el escenario post-electoral: “Cuando se le acabe la nafta a la producción, después de octubre tiene que haber un nuevo plan”, subrayando que, de mantenerse esta política monetaria, el aparato productivo seguirá deteriorándose