En diálogo con Canal E, el economista Sergio Candelo afirmó que Argentina atraviesa una desaceleración inflacionaria real, aunque persisten desafíos estructurales y culturales que dificultan la estabilidad de precios.
Desinflación con frenos: el impacto de la política económica
“La tendencia es decreciente, pero con sus picos y acomodamientos”, aseguró Candelo, quien consideró clave que “hoy no hay déficit fiscal”, lo que permite pensar en una posible estabilización en el mediano plazo.
“Antes, si el dólar subía 10%, los precios subían 10 o 15%. Hoy esa relación se cortó”, explicó. Para Candelo, la política de tasas de interés positivas también desincentiva la sobredemanda de bienes: “Ya no tiene sentido sobreestoquearse, ni para consumidores ni para empresas”.
Aunque el índice de inflación en CABA marcó un 2,5% en julio, Candelo estima que a nivel nacional la cifra se ubicará entre 1,8% y 2%. “Vamos a terminar con una inflación anual nacional entre 25% y 30%”, proyectó. Aclaró que si bien hubo saltos en rubros como hoteles y restaurantes, muchos bienes vinculados con importaciones no registraron subas.
En este contexto, también relativizó la suba del dólar. “Nominalmente, el dólar hoy está más bajo que en julio del año pasado. En términos reales, ese dólar de $1500 del 2024 sería hoy uno de $1900 o $2000”. A su juicio, el impacto reciente fue más una reacción de cartera que una corrida: “El mercado dolarizó más carteras tras la liberación de ciertas letras del gobierno”.
El largo camino hacia una inflación normalizada
Consultado sobre la posibilidad de que la inflación deje de ser una preocupación constante, Candelo fue claro: “Una inflación del 2,5% mensual es la inflación anual de muchos países”. Y aunque destacó que bajar de 30% a 10% puede ser rápido, alertó que reducir del 2% mensual a niveles cercanos a cero es más complejo.
“El problema no es solo económico, es también cultural”, señaló. “Hay una inercia: se mueve una variable y todos queremos ganarle a eso. Hay que convencer a la sociedad de que Argentina puede estar en otro lugar”.
En esa línea, recordó: “Hasta 2001, Argentina casi no tenía inflación. En 2002, tras la devaluación, tuvimos 40% en un año. Y eso que el dólar había subido 400%”.
Candelo advirtió que, aunque la economía muestra señales de estabilidad, las restricciones estructurales siguen pesando: “Competimos con una mochila de impuestos que no tienen nuestros vecinos”. Y afirmó que solo abrir la economía no basta: “Hay que reconvertir la matriz productiva y eso no se hace en seis meses”.
El economista cerró con una advertencia sobre las condiciones externas e internas: “Todavía hay riesgo electoral, no se sabe si este modelo va a continuar, y hay sectores que están frenados. La reconversión no es automática”.