El 2 de agosto se registró un temblor en el área metropolitana de Nueva York y en diversas zonas de New Jersey de 3,0 de magnitud por una falla superficial en la corteza terrestre. Este fenómeno ocurre por su ubicación dentro de la placa tectónica norteamericana, que afecta a EE.UU., Canadá, Groenlandia y partes de Islandia y Siberia.
La norteamericana es una de las placas tectónicas más grandes del mundo. La misma tiene una extensión aproximada de 29 millones de millas cuadradas (76 millones de kilómetros cuadrados) y cubre América del Norte, Groenlandia, parte del Atlántico Norte, la mitad occidental de Islandia, y una sección del Ártico y Siberia, según consignó Lac Geo.
Sus límites son: al norte, con la placa euroasiática; al sur, con las placas de Cocos, Caribe y Sudamérica; al este, con las placas euroasiática y africana; y al oeste, con la placa del Pacífico. En esta última se encuentra la falla de San Andrés, que atraviesa la península de Baja California.
La placa norteamericana se mueve 1 pulgada (2,54 centímetros) hacia el suroeste al año. Este breve movimiento genera actividad sísmica en sus bordes. Sobre todo en la costa oeste de EE. UU., donde la interacción con la placa del Pacífico crea fallas importantes.
Respecto a Nueva York, está ubicado a nivel geográfico dentro de la placa, por lo que está muy lejos de sus límites activos. No obstante, está en una zona intraplaca, lo que quiere decir que los sismos se deben a la reactivación de fallas antiguas dentro de la propia placa norteamericana, no por una coalición directa.
“Los terremotos de esta magnitud se sienten comúnmente en el este de Estados Unidos debido a la eficiente propagación de las ondas sísmicas en la región”, indicó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) en su sitio oficial.
A las 22.17 hs (hora local) se presentó un sismo a una profundidad de 6.2 millas (10 kilómetros) en Nueva York. Su epicentro se localizó en Hasbrouck Heights, un suburbio de Nueva Jersey, ubicado a unas ocho millas (13 kilómetros) al oeste de Central Park, en Manhattan.
Por el momento, no se reportaron daños ni heridos. Asimismo, tampoco hubo informes de impactos importantes en el condado de Bergen, que incluye Hasbrouck Heights, según consignó la Oficina de Manejo de Emergencias neoyorquina en un reciente informe.
“No se han reportado daños a NYCEM Emergency Management. Con Edison, National Grid, PSEG, MTA, NYPD, FDNY, DOT, DOB y NYC 311 no han reportado impactos relacionados con este evento. No hay problemas conocidos reportados a NYCEM que afecten los servicios públicos, los sistemas de transporte, el flujo de tráfico o la estabilidad estructural en toda la ciudad. Las operaciones continúan con normalidad“, comunicó el organismo a través de un breve comunicado en su cuenta de X, como para llevar tranquilidad.