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lunes, 10 febrero, 2025
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Torres en modo Bullrich: carcel y bala al fuego

Torres en modo guerra civil

Parado, aparentemente, en un lugar equidistante de la realidad, Ignacio Torres brindó una conferencia de prensa este domingo en el Hotel Tehuelches de Esquel en la que se irguió como único héroe en este lío. Destacando el rol del Comando Unificado (vaya uno a saber en qué intervino ante la emergencia ígnea) se arrogó encarcelar a delincuentes responsables de incendios y corruptos, a la vez que denunció a supuestos cómplices y, como en cada conferencia, atizó el ataque a la Justicia Federal haciendo un contrapunto con el rol de “fiscales provinciales”.

En esto último, fue clara la referencia al Juez Otranto a quien el gobernador viene atacando desde que el desalojo de la Lof Paillako del PN Los Alerces se transformó en una cruzada fundacional para el gobernador, que le permitió instalar en toda la provincia su promocionado Comando Unificado como solución a todo mal.

No es tan claro, sin embargo, a quienes se refiere con los fiscales provinciales ¿A Carlos Diaz Meyer, responsable del encubrimiento del crimen de Tino John y del nulo avance de la responsabilidad del ahora caído en desgracia titular de la DGSP del NO de Chubut, Mauro Palma, en los incendios de 2021? ¿A la procuradora Cecilia Bagnato que no ha hecho avanzar en nada la causa por contaminación contra la PTRSU de Esquel en perjuicio de la comunidad Nahuelpan?

Claramente, la vara se inclina por el sector de la Justicia provincial que detuvo a seis voluntarios a pedido de la Justicia de Rio Negro, violando todo criterio de presunción de inocencia como se demostró en misma audiencia de acusación, antes que por la investigación de causas de fondo respecto a problemas estructurales de nuestra región como el tendido eléctrico, la planificación urbana o la dinámica forestal, el gobernador entendió que el discurso securitario brinda amplios beneficios para no resolver nada haciendo como sí.

De hecho, el propio gobernador mencionó, al igual que ayer en la conferencia de prensa realizada en El Maiten, que además de dos supuestos autores del incendio en El Pedregoso detenidos “en flagrancia” y que ya habrían tenido una audiencia de formulación de cargos según el subjefe de la Policía provincial , se encontraría detenida otra persona que se encuentra internada. Este último podría tratarse , ya que el oficialismo provincial no dio precisiones al respecto, de un miembro de la Comunidad Nahuelpan de Esquel quien se quemó tratando de apagar un fuego que se descontroló en territorio de la Comunidad y que alcanzó parte de un terreno en disputa judicial con un terrateniente. Lo llamativo es que el gobernador anunció que esta persona se encontraría imputada incluso antes de que se formulara cualquier cargo contra la misma por parte de la Justicia. “No es producto de un supuesto” dijo el gobernador para terminar de enturbiar la cosa.

Esto habla de un gobernador que se considera el Sheriff (fiel alumno de Bullrich) que interviene ante cada hecho como “un mediador que imparte justicia”, una especie de “Cesar”. De hecho, el cesarismo no es sino otra forma de bonapartismo, que es el intento de erigirse como juez ecuánime ante el conflicto de intereses propio de la sociedad de clases. ¿“Cuáles son los terratenientes” cuyos intereses estarían detrás de los incendios? Se preguntó el gobernador para luego hablar de desterrar por raíz a organizaciones que generan daño material, ecológico y en vidas”.

“Hablamos de incendios intencionales”, quienes niegan esto “son cómplices de estos delincuentes”, dijo el gobernador ampliando el marco de los sospechados o, peor aún, ampliando el bando de los “enemigos”, a todos aquellos que “son cómplices de la violencia” tan responsables como quienes encienden un fuego”. “Agarramos a los tres encendiendo el fuego y escapándose” arriesgó el gobernador sin especificar a quienes se refería. Poco importa a esta altura, pues quien dude de su versión de los hechos es “cómplice” o enemigo abierto de Chubut. Cualquier parecido con la cita de Mussolini que Milei utilizó patéticamente para atacar a la izquierda, no es coincidencia: “El Estado soy yo”.

¿A que tres se refería? “Lejos estamos de demonizar a los pueblos originarios” aclaró, para rematar “acá somos todos Argentinos”. “No nos interesa raza (sic), religión, quienes esten detrás van a pagar las consecuencias” dijo para arremeter una vez más contra la Justicia Federal. A ojo de buen cubero… “tenemos que diferenciar a la gente de bien”.

Lo cierto es que con su política de “bala en lugar de agua” el fuego avanza y también la impunidad. Su intento por exculpar a los dueños de tierras y a los especuladores inmobiliarios, es una declaración de guerra contra Comunidades Mapuche, pobladores sin papeles y voluntarios en el combate de incendios. A los brigadistas de incendios del SPMF, a los que cínicamente agradeció en su conferencia, solo les quedan sueldos de miseria, falta de equipos y mayor explotación laboral. Una actitud beligerante y decidida a que nada cambie.

Lo cierto es que el crimen social que implican la desinversión en infraestructura, la falta de planificación urbana, la concentración de tierras en pocas y el consiguiente hacinamiento urbano, el ajuste a lso servicios de manejo del fuego, la falta de planes de manejo y prevención por décadas, la proliferación de plantaciones de coníferas descontroladas, sin raleo, sin control. ,sin cortafuegos ni desmonte, la negación del cambio climático y la nula respuesta a problemas elementales y estructurales, continúan sin modificaciones incendio tras incendio.

Que el gobernador y la Justicia encarcelen indiscriminadamente a personas a las que luego debe liberar por falta de pruebas producto de su afán de criminalizar y disciplinar mediante la creación de un supuesto enemigo interno, no significa que la realidad desaparezca. Allí están los miles que continúan poniendo el pecho al fuego y ayudando en lo que pueden con lo que tienen. Gracias chicos.

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