Mientras el Gobierno junta voluntades en el Congreso para votar este jueves la suspensión de las PASO y avanzar con su agenda en extraordinarias, lubrica el vínculo con las provincias con acuerdos de obras, financiación internacional, quita de deuda, transferencias discrecionales y enseña un activo que hoy no pueden exhibir ni Cristina Kirchner ni Mauricio Macri: un canal fluido con los gobernadores gracias al toma y daca de la política.
El martes Luis Caputo se reunió con los mandatarios provinciales del norte, que están alineados con la Casa Rosada. El salteño Gustavo Sáenz, el jujeño Carlos Sadir, el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil, cuyos diputados fueron clave para acompañar el dictamen para la suspensión de las primarias, visitaron al ministro de Economía. Acordaron avanzar con un cronograma de obras públicas que están paralizadas y que el Gobierno se había comprometido el año pasado a reactivar. También fueron de la partida el ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, en representación del gobernador Hugo Passalacqua, y el jefe de Gabinete Guillermo Francos y su segundo, Lisandro Catalán (que sobrevivió al avance de Karina Milei).
A pesar de que el Ejecutivo y las provincias habían firmado en 2024 convenios marco en los que transferían obras y en el que se comprometían a financiar otras, en el encuentro del miércoles, las autoridades nacionales transmitieron a los mandatarios provinciales una alternativa para que los distritos puedan avanzar con las primeras. El Estado nacional facilitará el financiamiento internacional para las obras que las provincias juzguen prioritarias.
«Fue una reunión muy positiva en la que el Gobierno se comprometió a respetar todas las actas acuerdo que firmaron con las provincias, y en la que las provincias también, en reciprocidad a la actitud de la Nación, se comprometieron a continuar con estas obras y sus financiamientos«, afirmó Jaldo, absolutamente consustanciado con la causa mileísta.
Dos de los gobernadores presentes transmitieron a Clarín que las obras nacionales en los distritos siguen paralizadas a pesar de los compromisos firmados por el Ejecutivo.
Alineados con casi todas las iniciativas del oficialismo, los mandatarios provinciales no descartan, tampoco, acuerdos con La Libertad Avanza de cara a las elecciones nacionales. “Falta demasiado. Esto es política y nada se descarta”, abrió la puerta un mandatario provincial del peronismo.
El movimiento se suma a la visita de la vicegobernadora mendocina Hebe Casado a Karina Milei, la semana pasada, como un primer paso para sellar un acuerdo político entre la Casa Rosada y el radical Alfredo Cornejo.
Este miércoles también pasaron por el despacho de Caputo el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y su par de Chaco, el radical Leandro Zdero, para firmar un acuerdo en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas. Se trata del convenio que -en los papeles- permite canjear deuda por rutas, tierras fiscales y obra pública y al que solo no adhirieron 6 provincias: Santa Fe, La Rioja, Buenos Aires, CABA, Santiago del Estero y Formosa.
El mandatario provincial del PRO, que también es proclive a un acuerdo electoral con LLA en su distrito, que -al igual que Chaco- renueva a sus senadores, celebró el acuerdo. En su entorno precisaron que el gobierno provincial quedó con una acreencia reconocida -a su favor- de $20 millones.
De todos modos, aclararon que la provincia no renunciará a las demandas ante la Corte Suprema por las regalías de Salto Grande ($6 mil millones) los $150 mil millones que le reclama a la Nación por transferencias a la caja previsional, una situación que comparte con otros 12 distritos. La provincia del litoral desistió de dos demandas ante el máximo Tribunal para reclamar por la coparticipación de Ganancias.
En Paraná ven con buenos ojos los gestos que la Rosada acumula con la gobernación, como la salida transitoria que significó convertirse en la primera provincia que se aseguró un envío mensual de $2 mil millones (aunque reclamaban $9 mil millones) mientras termina la auditoría de ANSES que encargó el Gobierno. Frigerio, además, aseguró a fin de año un cambio en el pliego de la Hidrovía para la realización de estudios ambientales que permitan construir dos nuevos puertos en su provincia y un préstamo del Banco Nación para financiar créditos a la producción en Entre Ríos.
Otro gobernador del PRO, Ignacio Torres, de Chubut, había sido el primer mandatario provincial del país en llegar a un acuerdo con Caputo. A mediados de eneros suscribió un acuerdo que se tradujo en una quita de deuda de US$ 100 millones. En los últimos días también valoró el envío de recursos físicos y económicos para hacer frente a los incendios que azotan a la provincia. Como Frigerio, en la mesa ejecutiva del PRO y frente a Macri, se pronunció a favor de un acuerdo electoral con LLA, aunque en su distrito solo se renovarán 3 diputados.
La emergencia por los incendios en el sur obligaron a postergar el viaje del gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, que tenía prevista una reunión para este jueves con el jefe de Gabinete.
Por ahora, en la Rosada descartan una inminente y nueva serie de reuniones entre el Presidente y los mandatarios provinciales como las que Milei encabezó a fines de 2024 con los gobernadores del norte, los del PRO, los ex JxC y los radicales.
A pesar de que las transferencias discrecionales se redujeron un 75 por ciento en comparación a 2023, en noviembre, Caputo y Francos habilitaron una inyección de liquidez para las provincias aliadas a través de Anticipos del Tesoro Nacional por un total de $20 mil millones que llegaron a las arcas de los distritos a cargo de los 4 gobernadores que el martes se sentaron con el ministro de Economía.