SOCIEDAD
La realeza está en el centro de la atención por un supuesto acuerdo económico que apunta a mantener las apariencias.
El matrimonio entre Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto vuelve a ser foco de especulaciones. Esta vez por un supuesto acuerdo económico que apunta a mantener las apariencias en el seno del Palacio Grimaldi.
Según fuentes cercanas al entorno real, la princesa habría recibido un millón de euros como parte de un contrato que asegura su participación en momentos clave. Esto sería para la imagen pública del Principado, como la tradicional fotografía navideña junto a su esposo y sus hijos, Jacques y Gabriella.
| La Derecha Diario
Un pacto económico para mantener las apariencias
Aunque el príncipe Alberto intentó desmentir los rumores en una reciente entrevista con el diario Corriere della Sera, sus palabras no lograron disipar las dudas.
“No entiendo todos estos comentarios que me hieren, sobre ella viviendo en otro lugar, en Suiza, con reuniones, con cita para vernos. Falsedades”, aseguró.
Sin embargo, la distancia emocional percibida en las pocas apariciones públicas de la pareja refuerza la idea de un matrimonio más protocolar que sentimental.
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El supuesto acuerdo estipularía que Charlene debe asistir a eventos clave, garantizando una imagen de unidad familiar a cambio de una compensación económica que podría superar el millón de euros mensuales. Estas condiciones habrían sido diseñadas para preservar la estabilidad de la dinastía Grimaldi. Esto es para evitar el impacto negativo que un divorcio tendría en la reputación del Principado.
Un matrimonio bajo constante escrutinio
Desde su boda, la relación entre Charlene y Alberto ha estado en el centro de la atención mediática, con rumores de tensiones y distanciamiento.
Aunque Charlene suele aparecer impecable en los actos oficiales, la falta de gestos afectuosos con Alberto no pasa desapercibida. Para algunos expertos en realeza, estas actitudes serían reflejo de un vínculo más contractual que afectivo.
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Además, las versiones sobre una posible retirada definitiva de Charlene a Suiza no dejan de circular. Según informantes,la princesa preferiría una vida más tranquila, lejos de los compromisos oficiales y del constante escrutinio mediático. Si esto se confirma podría alterar profundamente la dinámica de la familia real monegasca.
Mientras tanto, el Palacio Grimaldi sigue intentando proyectar una imagen de estabilidad, aunque las sombras de un contrato financiero no dejan de enturbiar el espíritu navideño en el corazón del Principado.
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