Desde el 15 de diciembre de 2024, el Metro de Los Ángeles implementó una serie de cambios significativos en sus líneas de autobuses, diseñados para mejorar la frecuencia, la confiabilidad y el acceso para los pasajeros. Estas modificaciones, que buscan responder a las necesidades de los usuarios, se ajustan a la creciente demanda y optimizan las rutas en diversas áreas del condado.
Entre las principales novedades, Metro destacó un aumento en la frecuencia de varias líneas, la incorporación de viajes adicionales en horarios específicos y adaptaciones estratégicas en las rutas. Estas medidas forman parte del plan de autobuses NextGen, cuyo objetivo principal es garantizar una experiencia más eficiente para quienes dependen del transporte público.
Para aumentar la capacidad y reducir los tiempos de espera, Metro introdujo mejoras en la frecuencia de algunas líneas clave. La 665, por ejemplo, pasó de operar cada 50 minutos a cada 35 minutos de lunes a viernes.
Este ajuste específico beneficia a áreas como Eastern Avenue, City Terrace, Gage Avenue e Indiana Street, y conecta puntos importantes como Rose Hill Transit Center, Cal State LA y Olympic Boulevard en el este de Los Ángeles.
Además, se agregaron viajes adicionales en líneas con alta demanda durante los días laborales. Entre las beneficiadas se encuentran la 14, 33, 55, 105, 108, 150, 164, 165 y 244. Para los fines de semana, Metro reforzó el servicio en la 62 y 910 los sábados y en la 910 los domingos.
El servicio nocturno también experimentó mejoras, con la adición de un viaje de ida y vuelta en la Línea 601 de lunes a viernes, lo que brinda una alternativa más conveniente para los pasajeros que necesitan moverse fuera de los horarios tradicionales.
Metro también ajustó los horarios de 54 líneas durante los días laborales para mejorar la puntualidad y reducir los tiempos de espera. Estas modificaciones impactaron en algunas como la 10, 14, 33, 45, 55, 108, 165, 180, 210 y 260, entre muchas otras. Cambios similares se realizaron en 39 líneas los sábados y en otras 36 los domingos.
Algunas líneas experimentaron modificaciones de rutas para mejorar la conectividad y el acceso a destinos clave. Por ejemplo, la 96 fue renumerada como 296 y ajustó su recorrido para terminar en la estación Lincoln/Cypress de la Línea A de Metro.
Este cambio específico beneficia a los residentes de Elysian Valley, al proporcionar una conexión directa con el servicio de tren ligero que une Azusa, Pasadena, el centro de Los Ángeles y Long Beach.
En un esfuerzo por integrar sistemas de transporte, las líneas 177 y 256 de Metro pasaron a formar parte de la red de Pasadena Transit y se reconvirtieron en las líneas 53 y 33, respectivamente. Estas modificaciones también incluyeron una mejora en la frecuencia, con un intervalo de 35 minutos entre autobuses en lugar de 50.
Algunos cambios responden a proyectos de construcción en curso. La estación Van Nuys de Metro G Line cerrará en enero de 2025 durante 18 meses, debido a obras para construir un nuevo espacio y un paso a desnivel en Van Nuys Boulevard. Durante este periodo, el servicio se desviará por Oxnard Street, con paradas temporales para reemplazar las afectadas.
De forma similar, la construcción del tren ligero en East San Fernando Valley generó el cierre de paradas en Van Nuys Boulevard en las intersecciones de Saticoy Street y Valerio Street. Las detenciones alternativas están ubicadas en Sherman Way y Keswick Street.
La línea 260 también experimentó modificaciones significativas. En específico, se extendieron algunos de sus viajes hasta la estación Willowbrook/Rosa Parks de las Líneas A y C de Metro, mientras que la ruta entre Pasadena y la estación Artesia se renombró como línea 261. Estos cambios ofrecen más opciones para los pasajeros que utilizan Atlantic Boulevard y Fair Oaks Avenue.
Por otro lado, la línea 662 en Pasadena ajustó su recorrido, al añadir nuevas paradas en Colorado Boulevard y Fair Oaks Avenue, y al mejorar la conectividad con la estación Del Mar.