Distintas facciones rebeldes sirias tomaron el control de la ciudad sureña de Daraa, reconocida como el epicentro del levantamiento en Siria en 2011, tras alcanzar un acuerdo con el Ejército Árabe Sirio para garantizar una retirada ordenada, informaron fuentes rebeldes a Reuters.
Según estas fuentes, altos funcionarios de seguridad y militares destacados en la ciudad recibieron garantías de paso seguro hacia Damasco.
Esto representa otro duro golpe al régimen del dictador Bashar al-Assad, que está enfrentando a las distintas fuerzas rebeldes en múltiples frentes.
Según la información disponible, la facción rebelde encabezada por el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) avanza rápidamente hacia la estratégica ciudad de Homs, una de las últimas defensas del régimen de Assad.
Mientras tanto, cientos de residentes huyen en previsión de enfrentamientos entre las fuerzas insurgentes y las tropas leales a Bashar al-Assad.
En el día de ayer, los rebeldes liderados por HTS capturaron Hama, ubicada al norte, convirtiéndose en la segunda ciudad importante que arrebatan al control del dictador Assad en poco más de una semana de intensos combates.
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En el caso de Daraa, la ciudad fue capturada luego de nuevos levantamientos insurgentes en la región, diferentes a la ofensiva rebelde de HTS en el norte. Este nuevo grupo asegura haber tomado una base militar clave y declaran que su objetivo final es Damasco.
Tanto la embajada rusa como estadounidense en Siria han instado a sus ciudadanos a abandonar el país, citando la «compleja situación militar y política» como motivo principal.
Mientras las ofensivas contra el régimen de Assad se intensifican tanto al norte como al sur de la capital, Damasco, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que representan otra facción de los rebeldes, dicen que se trasladaron a partes orientales de Siria.
Las fuerzas kurdas ocupan el noreste del país, tras haber conseguido una autonomía duramente ganada durante una década de guerra civil.
En estos momentos, temen que esa autonomía pueda verse amenazada por los rebeldes yihadistas de la oposición siria, que lanzaron su ofensiva la semana pasada.
Aunque el objetivo de esa ofensiva es el régimen de Assad, una declaración de los combatientes kurdos muestra que temen que la violencia pueda extenderse a su territorio.
En respuesta, las FDS desplegaron combatientes en la ciudad de Deir Ezzor y al oeste del río Éufrates. «Nuestro objetivo principal es proteger nuestra seguridad y la seguridad de nuestro pueblo«, afirmaron.
Los kurdos se están encargando de ocupar los pueblos y ciudades abandonadas por las tropas de Assad, las cuales se retiran hacia Damasco. De esa forma, se encargan contener, al menos un poco, la captura de territorio por parte de los yihadistas.
Al mismo tiempo, combaten con pequeños grupos de ISIS, los cuales están aprovechando el caos para intentar expandirse territorialmente.