La vacunación es una medida preventiva crucial que protege a millones de personas cada año alrededor del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inmunización previene entre 3.5 y 5 millones de muertes anuales causadas por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión, que son prevenibles por medio de las vacunas.
En Colombia, el esquema de vacunación incluye 22 biológicos que protegen contra 30 enfermedades, administrados de manera gratuita en todo el país. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirma que las vacunas están diseñadas para estimular el sistema inmunológico y ofrecer protección contra diversas infecciones, lo que a su vez disminuye complicaciones, discapacidades y mortalidad asociadas a enfermedades prevenibles mediante la vacunación.
Expertos de la EPS Famisanar resaltan la importancia de mantenerse al día con el esquema de vacunación, especialmente en los más pequeños. La vacunación fomenta una familia sana y brinda seguridad a los niños antes de que se expongan a enfermedades potencialmente mortales.
En los primeros años de vida, es crucial que los menores de 6 años reciban las vacunas distribuidas en momentos clave de su desarrollo: al nacer, y luego a los dos, cuatro, seis y siete meses, así como al año, año y medio y a los cinco años de edad.
Para el Virus del Papiloma Humano (VPH), se recomienda una dosis única para niños de 9 años y para niñas entre los 9 y 17 años. En el caso de las mujeres gestantes es necesario que sigan un esquema específico que incluye vacunas contra el COVID-19, la influenza gestacional, el toxoide tetánico y diftérico, y la TdaP (Tétanos-Difteria-Tosferina Acelular).
Así mismo, la vacunación contra enfermedades como el sarampión y la rubéola es obligatoria para los niños nacidos entre 2010 y 2019.
En el caso de la dosis de influenza, se debe aplicar de manera anual y es esencial para adultos mayores de 60 años, gestantes a partir de las 14 semanas, menores de 6 a 23 meses, y personas de 2 a 59 años con patologías de base.
Adicionalmente, la vacunación contra el COVID-19 es obligatoria desde los 6 meses de edad, siguiendo un esquema primario de dos dosis y refuerzos específicos según la edad.
A pesar de los beneficios demostrados por décadas, persisten mitos que cuestionan la seguridad y eficacia de las vacunas. La OPS ha desmentido varios de estos mitos, reafirmando que las vacunas son seguras.
A continuación, se exponen algunos de estos mitos y la realidad que los desmiente:
- ¿Las vacunas son peligrosas y tóxicas? Este mito sostiene que las vacunas contienen sustancias peligrosas para la salud. Sin embargo, para que una vacuna sea aplicada, debe pasar por múltiples pruebas y ensayos científicos rigurosos y prolongados. Además, debe cumplir con los procesos de certificación establecidos por la OMS, lo que garantiza su seguridad y efectividad.
- ¿Las vacunas causan autismo? No existe ninguna evidencia científica o médica que relacione la vacunación con la aparición de trastornos como el autismo. Por el contrario, las vacunas están avaladas y reglamentadas para ser seguras y eficaces en la protección contra enfermedades.
- ¿Colocarle a un niño o niña varias vacunas al mismo tiempo le baja las defensas? Algunas personas creen que administrar varias vacunas al tiempo puede sobrecargar el sistema inmunológico del niño, debilitándolo. De hecho, un niño está expuesto a más antígenos durante un resfriado común que a través de las vacunas, lo que demuestra que su sistema inmunológico puede manejar sin problemas las vacunas administradas en conjunto.
- ¿Las vacunas enferman a largo plazo? Con el pasar de los años se ha demostrado que la vacunación solamente trae beneficios a corto, mediano y largo plazo y que estas no cumplen otra función, sino protegernos de enfermedades prevenibles, sin causar daño a la salud.
- ¿Algunas vacunas tienen microchips para controlarnos? Este es uno de los mitos más infundados y absurdos que han circulado. La OPS, y así mismo expertos de la EPS Famisanar, rechazan categóricamente la teoría de que algunas vacunas contengan microchips para controlar a la población. No solo es una afirmación falsa, sino que es completamente ficticia e irreal.
Es importante recordar que es fundamental basar las decisiones de salud en información verificada y científica, dejando de lado los mitos y las falsas creencias. La vacunación es esencial en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la adultez, para mantener una vida saludable.
Acceder al servicio de vacunación es sencillo: no se requiere cita previa, todas las vacunas incluidas en el esquema son gratuitas, y solo se necesita presentar un documento de identidad y, de ser posible, el carnet de vacunación.
La EPS Famisanar invita a todos los ciudadanos a completar su esquema de vacunación en los puntos dispuestos para este fin, sin importar la EPS a la que estén afiliados, los interesados pueden consultar en su sitio web la red de atención y los horarios.
Cumplir con el esquema de vacunación no solo protege la salud individual, sino que también contribuye a la protección colectiva, haciendo de la vacunación una responsabilidad de todos.