Un devastador incendio forestal asola el distrito de Pomahuaca, en la provincia de Jaén, región de Cajamarca, desde la noche del martes 12 de noviembre. Según informaba RPP, los habitantes locales recurrieron al Rotafono para denunciar públicamente el avance incontrolable del fuego, que destruyó distintas zonas residenciales y extensas áreas vegetativas. El medio detalló que el incendio “arrasó todo a su paso” y ya perjudicó notablemente a los agricultores del lugar.
Mariela Aguilar, residente del caserĂo de Los Cedros de la Florida en Pomahuaca, destacĂł la severidad de la situaciĂłn: “El viento está bien fuerte y, a pesar de todas las fuerzas humanas que se unieron aquĂ, no podemos controlarlo”. Aguilar, en su testimonio, remarcĂł la pĂ©rdida de cultivos y ganado, esenciales para la economĂa local basada en la agricultura y la ganaderĂa. La agencia de noticias confirmĂł que el desastre dejĂł a muchos agricultores heridos en su intento de aplacar el fuego, añadiendo la urgente necesidad de “especialistas y ayuda del aire”, sugiriendo que un helicĂłptero podrĂa ser la Ăşnica opciĂłn efectiva para sofocar las llamas.
La situaciĂłn en Chota, otra provincia de Cajamarca, es igualmente alarmante. En conversaciĂłn con RPP, el alcalde del centro poblado de San JosĂ©, Alberto Gonzales Montenegro, alertĂł sobre el incendio en las localidades de Chontas, La Caldera y Linlin, pertenecientes al distrito de Chimbán. Gonzales Montenegro informĂł que el fuego, que iniciĂł hace tres dĂas, consumiĂł más de cien hectáreas de bosques y se mantiene fuera de control pese a los esfuerzos de los vecinos. “Necesitan el apoyo de las autoridades del paĂs”, dijo a la agencia de noticias, implorando la intervenciĂłn urgente de equipos especializados para prevenir daños adicionales y posibles vĂctimas.
RPP también resaltó el impacto social y ambiental del incendio que dejó a numerosas familias en un estado de desesperanza. Las áreas afectadas, ricas en vegetación y biodiversidad, enfrentan una amenaza considerable para su ecosistema, complicando el modo de vida de aquellos que dependen directamente de estos recursos naturales. Los esfuerzos locales, hasta ahora insuficientes, evidencian la magnitud del desastre y la falta de infraestructura adecuada para combatir incendios forestales de tal envergadura.
Este escenario representa un llamado a las autoridades nacionales para incrementar la capacidad de respuesta ante emergencias forestales. La falta de equipos especializados y personal suficiente en Cajamarca insiste en la necesidad de una mejor preparaciĂłn y recursos para proteger las comunidades rurales y sus recursos naturales. Por otro lado, organizaciones regionales y nacionales deben evaluar el impacto a largo plazo en estos sectores agrĂcolas que dependen principalmente de la tierra y sus frutos, reviviendo la discusiĂłn sobre polĂticas de gestiĂłn sostenible frente al cambio climático.
A medida que las llamas se extienden sin control, la desesperaciĂłn de los pobladores se amplifica. En palabras del medio, es imprescindible “atender esta emergencia” para evitar un desastre mayor en la regiĂłn. La inacciĂłn no solo pone en riesgo vidas, sino que tambiĂ©n amenaza con reducir a cenizas la subsistencia de miles que confĂan en estas tierras para su sustento diario.