En el mundo actual existen varias técnicas para liberar el estrés diario, pero hay una en particular que es poco conocida, es fácil de hacer y solo requiere de unos minutos. Caminar descalzo es una práctica que lleva a grandes discusiones en los hogares, ya que algunos defienden la necesidad de usar zapatos para evitar resfriados y, en cambio, hay otros que prefieren la comodidad, pero lo que no saben es que esto es de gran beneficio para la salud.
Este método es fundamental en los primeros años de vida, dado que es importante para el desarrollo cognitivo de los niños. A través de sus pies, los bebés recopilan información sensorial vital, lo que los hace explorar diferentes superficies. Para los adultos, la percepción es diferente, porque algunos piensan que andar sin zapatos aumenta el riesgo de lesiones, especialmente en la tierra caliente.
La página web Mejor con Salud comenta que caminar descalzo beneficia diversas partes del cuerpo y lo más recomendable es hacerlo una hora por día. “Caminar descalzo unos minutos al día, trae muchos beneficios a la salud. Necesitamos estar conectados a los campos energéticos de la Tierra. Los electrones de la tierra tienen la capacidad de mejorar la salud”, comenta el portal web Canal Salud IMQ.
Estar descalzo no solo fortalece los pies, sino que le ayuda a liberar el estrés, gracias a la conexión directa con el suelo o con el césped y es una de las mejores formas de reconectar con la naturaleza. Rina Harris, podóloga funcional afincada en Londres, también argumentó los beneficios que tiene esta práctica. “En realidad, nuestros pies son muy fuertes y resistentes y pueden soportar las exigencias a las que los sometemos, pero no los utilizamos como la naturaleza manda”, analizó Harris.
Aunque el calzado moderno restringió los patrones naturales de movimiento, estos fueron afectando la estructura de los pies, por eso es importante darle un descanso y que ellos también sientan relajación. “Tenemos 33 articulaciones en los pies, que se mueven en tres planos diferentes. Así que están hechos para amoldarse al terreno que pisamos”, agregó Harris.
Es importante recordar que si se intenta realizar esta práctica debe hacerse con cuidado y en lugares que no pongan en peligro las plantas de nuestros pies. Se recomienda realizarla en el interior de nuestro hogar o en un patio, preferiblemente con pasto o tierra para conectar con la naturaleza.
*Por Wendys Loraine Pitre Ariza
El Tiempo (Colombia)