De los momentos más difíciles, complejos y hasta incompresibles que puede atravesar una persona, Guillermo Barrios, conocido periodista de espectáculos, contó que meses atrás vivió un antes y un después cuando murió y luego volvió a la vida en medio de un delicado cuadro de salud de suma gravedad.
“Todo se manifestó de un día para el otro con un tremendo dolor de espaldas… Fue porque fumaba como un sapo. Digo ‘fumaba’ porque no vuelvo a tocar un pucho en mi vida», supo contar Guillermo, en plena internación, en donde su vida pendió de «un hilo» por una Neumonía que le generó una falla multiorgánica.
«El 15 de julio (de 2023) sufrí tres infartos. Estuve muerto prácticamente, la pasé muy mal. Por eso recalco el tema de la salud. Una internación tan complicada como fue en mi caso, después de haber estado del otro lado, porque realmente estuve del otro lado, es como que te cambia todas las prioridades. Ves la vida de otra manera”.
“Tenés una segunda oportunidad. Por eso cada cosa que me pasa en la vida la agradezco como si fuese un milagro, porque estar acá es un milagro… Fue tan imprevisto, nadie se lo veía venir. Ni siquiera yo. Entré el jueves previo a ese sábado con un dolor en la espalda, ingreso con unas líneas de fiebre, ese mismo día comienzo con vómitos y mucho dolor en la espalda. Es por eso que mi pareja me insistió: ‘Vamos al Finochietto’”, recordó Barrrios.
EL CAMBIO DE PRIORIDADES EN GUILLERMO
“Lo importante es la salud. A los 45 años lo aprendí de prepo. Y el volver a vivir primero, que es un estado de dar gracias constantes. Fue una experiencia muy traumática. A veces, me pasa que cierro los ojos a la noche y tengo miedo de no despertarme de vuelta«, reconoció, Guillermo.
«Yo no era un hombre de fe, no creía mucho en algo que no se podía ver. El martes me veo a mí mismo en un lugar que no era un túnel. Era un lugar blanco, como cuando tenés la luz expuesta, como un foco, donde todo es muy definido y muy luminoso. Bueno, veo a mi viejo, con el que tengo una relación muy tirante, muy fea. Él falleció en la época del Covid, que se fue de repente y no lo pude despedir y me hace así”, rememoró el periodista.
Y ahora, algunos meses después del traumático episodio de salud, el comunicador, a través de su cuenta de X, compartió: «después de haber muerto y resucitar literal, el año pasado, no pienso rebajarme a hacerme mala sangre por 22 participantes (de la última edición de Gran Hermano) y su periferia, que son fruto de un programa de tevé», lanzó, categórico, en medio de un conflicto público con algunos de los que pasaron por el reality show.