Nadie cree que el presidente Javier Milei no hable ni haga anuncios económicos durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso nacional. Tampoco nadie cree que se vaya a tratar de un discurso sosegado y componedor.
A medida que se acercan las 21 horas del viernes 1 de marzo, los adelantos que realizan los voceros oficiosos de la Casa Rosada acerca de un mensaje sin estos ingredientes resultan poco creíbles.
Dolarización inminente: Milei prevé libre competencia de monedas
Milei conoce como ninguno el termómetro de «la calle». Y la calle le pide por medidas económicas, por un rumbo claro y, más allá de cuando realice anuncios formales económicos y financieros, el Presidente está entusiasmado y trabajando para dolarizar lo antes posible, aun reconociendo que en la actualidad no están dadas las condiciones para su proyecto más relevante, pero avanza hacia ese norte.
En ese sentido, como si se tratara de alcanzar una estación terminal habrá varias paradas intermedias entre las que se destaca la opción, canasta de monedas o libre competencia de monedas.
Una medida monetaria que fue discutida con la economista india Gita Gopinath en la Casa Rosada en Buenos Aires, de donde se fue con la idea asumida que a partir del 2 de marzo su celular y su casilla de mail estará repleta de mensajes por las medidas económicas que se apresta a anunciar el gobierno argentino.
Mientras que el proyecto dolarizador enfrenta la alergia de muchos burócratas demócratas en los Estados Unidos que no están de acuerdo con esta idea, como no lo estuvieron tampoco los «halcones» de George Bush tras la caída de las Torres Gemelas en septiembre de 2001, cuando decidieron sepultar la idea defendida por el extinto titular del Banco Central, Pedro Pou, de dolarizar la economía contra la opinión de Domingo Cavallo que defendía la permanencia del peso convertible.
Tras reunirse con la N°2 del FMI, Javier Milei apunta sus cañones a la dolarización en el corto plazo.
Tras reunirse con el FMI, el Gobierno va por la Canasta de Monedas
Acaso la canasta de monedas sea una medida que cuenta con el silencio prudente de la administración de Joe Biden y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Un silencio que Javier Milei interpreta como una aprobación implícita, lo que lo estimula para avanzar.
Pero, el análisis de los factores del exterior no es el único para tener en cuenta, sino que Milei también observa los resultados de los dos primeros meses de gobierno en materia de déficit fiscal.
Por el momento ha logrado superávits gemelos, pasando la motosierra por todas las oficinas que puede, licuando ingresos que dependen del Tesoro nacional y consiguiendo números verdes, positivos, en el comercio exterior, gracias a la recesión económica y a la caída de las importaciones.
Para los próximos meses, contará con los dólares que ingresen de la cosecha del agro, verdadero motor de la economía argentina, y quizá, nuevos acuerdos financieros con el Banco Mundial y el FMI para reforzar al Banco Central.
El anuncio de la creación de una canasta de monedas se basa en un comentario al periodista Carlos Burgueño en un tuit de Javier Milei en la red social X, donde se explican las dificultades para dolarizar de inmediato, pero la posibilidad de alcanzar una parada intermedia en la estación: libre competencia monetaria.
Tanto Javier Milei como su ministro, Luis Caputo, analizan que en una primera fase de la libre elección de monedas se realizarán transacciones en dólares, pesos, reales o euros o en cualquier otra moneda que la sociedad acepte. ¿Yuanes?
El Gobierno apunta a la libre competencia de monedas, como paso previo a la dolarización.
Durante esta detención en la estación «canasta de monedas», el peso no perderá relevancia porque se seguirán pagando impuestos, salarios, gastos corrientes del estado y los giros automáticos por coparticipación a las provincias, en pesos.
Hay beneficios colaterales al adoptar esta medida para los fiscalistas Milei y Caputo. De implementarse un proyecto monetario de este tipo, la restricción monetaria y la emisión se reducirá a su mínima expresión porque si se emitiera la libre competencia de monedas no estaría garantizada bajo ninguna circunstancia.
Un punto no menor, señalado por Gita Gopinath, es que las devaluaciones graduales de la moneda nacional comenzarán a desaparecer. Además, para garantizar el programa se requerirá que haya un flujo importante de ingresos de divisas cuestión que justificaría las restricciones presupuestarias actuales.
El mercado espera por la liberación del cepo
Ahora bien, en la city financiera insisten en que la buena performance de compra de dólares no es suficiente para implementar este proyecto.
Un tema que los financistas aguardan es el levantamiento del cepo. El experto en mercados financieros, Ariel Ferrari sostiene que «… si se propone una canasta de monedas o un régimen de libre competencia de monedas el cepo no debería existir».
Juan Ricardes, operador de bolsa sostiene, «Hay que liberar todas las restricciones. Recién asumió este gobierno y me parecería un avance que anuncie y saque algunas restricciones que heredó de las gestiones de Guzmán y Massa».
Lo cierto es que la estabilización de algunas variables monetarias, reducción de la emisión monetaria, demanda de dólares estancada o a la baja, con muchos particulares desprendiéndose de sus ahorros en moneda extranjera, e importadores que van saldando sus deudas en el exterior, son insumos necesarios para orientar la locomotora llamada Argentina hacia la estación canasta de monedas, que ya fue visitada por Domingo Cavallo en el pasado, con rumbo a la terminal, «Dolarización».