Jorge Macri es el jefe de Estado provincial más paciente con Javier Milei por dos razones. La primera es política: ha realizado con La Libertad Avanza una alianza estratégica donde el alcalde porteño es fundamental por su importancia dentro del PRO a nivel nacional para cerrar acuerdos con el partido fundado por Mauricio Macri.
La segunda razón es económica y, en ese sentido, se debe a la gestión que precedió a Jorge Macri. La de Horacio Rodríguez Larreta, porque la Ciudad Autónoma no tiene graves problemas fiscales ni posee vencimientos de deuda en dólares en el corto plazo a diferencia de muchas provincias que sienten la ansiedad de sus acreedores.
Javier Milei quitaría subsidios al transporte en el AMBA: Jorge Macri, en alerta
Sin embargo, esta alianza estratégica, puesta en relieve ante los ojos del Papa Francisco, en la Basílica de San Pedro, en Roma, el pasado domingo cuando se canonizó a Mama Antula, se encuentra en riesgo a medida que los días pasan y Milei sólo se hace el ofendido con los gobernadores «traidores» que según su óptica le voltearon la Ley ómnibus en la Cámara de Diputados.
La cuenta regresiva hacia el 1 de marzo ha comenzado y esa parece ser la ficha límite de la paciencia estratégica de Jorge Macri con el presidente Javier Milei.
Ese día, el Jefe de Gobierno abrirá el año legislativo y se espera un discurso acerca de la dirección que adoptará su administración y, entre otros temas podría quedar claro qué sucederá con el precio del boleto del colectivo para los bonaerenses y porteños que utilizan el servicio público de pasajeros.
De aumentar hasta los 1.500 pesos como pretenden algunos empresarios del transporte, significaría el crecimiento del malhumor social y la posibilidad de disturbios y protestas en las calles porteñas siempre monitoreadas por Patricia Bullrich, la ministra y presidente del partido al que pertenece Jorge Macri, a pesar que se trata de una jurisdicción cubierta por la policía de la Ciudad conducida por Waldo Wolff, Diego Kravetz y el comisario general, Oscar Antonio Passi.
Pese a que el recorte de subsidios estaría dirigido a las provincias, la Ciudad de Buenos Aires también sufrirá un duro ajuste.
El control de las calles es una de las cláusulas pactadas entre Nación y la Jefatura de Gobierno porteña. Una necesidad de Javier Milei producto del serio ajuste presupuestario que recae sobre la población, pero que conlleva una contrapartida fundamental que está horadando el comienzo de la gestión de Jorge Macri en la Ciudad.
Jorge Macri espera cobrar la deuda por coparticipación
Porque, el «primo» Jorge pretende cobrar el dinero que le corresponde a la Ciudad por la coparticipación y los gastos por el traspaso de la seguridad al ámbito porteño.
Y, si bien Macri confía que el Presidente cumplirá con la orden de la Corte Suprema de Justicia, entre sus socios no existe la misma percepción y en la Legislatura porteña los diputados de la Coalición Cívica de Elisa Carrió que conduce Facundo Del Gaiso exigen a viva voz que el gobierno nacional pague la deuda por la coparticipación.
A Del Gaiso lo escuchan los nueve diputados porteños de La Libertad Avanza conducidos por Ramiro Marra y Eugenio Casielles, que no están decididos a permitir que la Legislatura porteña funcione como una escribanía.
Además, en la Jefatura porteña tienen anotada otras cuestiones en la relación entre la Nación y la Ciudad que por el momento Milei no emite comentarios.
Jorge Macri solicita concretar los traspasos de la Justicia laboral, el puerto, la Terminal de Ómnibus de Retiro, la Inspección General de Justicia, así como la autorización de Nación para ejecutar la obra del Viaducto del Sarmiento.
Jorge Macri se mostró muy cercano al presidente Milei y necesitará el apoyo de sus alfiles en la Legislatura porteña.
La relación de fuerzas en el ámbito legislativo es vital para los intereses del jefe de Gobierno porteño. Por primera vez en diez años, el oficialismo no tendrá el control de la Legislatura.
Macri no tiene mayoría en la Legislatura: sus chances de aprobar proyectos
Jorge Macri deberá realizar un trabajo de diálogo para sacar adelante los proyectos que le interesan. En la bancada oficialista se hacen a la idea que el tratamiento será «ley por ley».
El esquema oficialista se compone de 15 legisladores bajo la bandera de Vamos Juntos, que integra a 12 del PRO y 3 de la Coalición Cívica. Luego podría sumar 3 de la bancada que conduce Graciela Ocaña, uno del socialismo, 8 radicales y 3 de las diferentes vertientes republicanas.
Por el momento, Macri necesita que esos 30 escaños se mantengan unidos en la Legislatura, pero además deberá sumar una banca más para obtener la mayoría de 31 votos. Cuestión muy difícil porque de los otros 29 legisladores, el peronismo tiene 18, la izquierda 3 y los libertarios 9.
Si la tensión entre Nación y las provincias continúa in crescendo, las negociaciones con los nueve libertarios serán muy ásperas.
Y, es allí donde la paciencia de Jorge Macri con Milei puede resquebrajarse, porque, si bien no está urgido por vencimientos urgentes, la inflación, que destruye cualquier presupuesto lógico, generará la necesidad de un pedido de ampliación del presupuesto para gobernar la CABA.
Las constantes subas de precios también aumentan la recaudación del Estado y licuan algunos gastos, pero el Jefe de Gobierno necesita la aprobación de la Legislatura para poder disponer de los fondos.
Mientras Milei se sienta sobre las cajas y tampoco le cede un sólo peso a la Ciudad de Buenos Aires a pesar de la orden de la Corte Suprema, el día de mañana, los legisladores que le responden en la Ciudad podrían recitar a coro en el recinto legislativo, «no hay plata» para vos Jorge.