La venganza contra los gobernadores ya se inició. Javier Milei mantiene contacto permanente con su ministro, Luis Caputo, desde Israel. El responsable de Economía es clave, porque concentra casi todo el manejo del Presupuesto. Sólo Capital Humano tiene recursos significativos para disponer en forma unilateral. Aunque igual debe consultar con el «súper ministro» antes de oprimir cualquier botón. El jefe de Economía está más celoso que nunca en su decisión de mostrar equilibrio fiscal.
La orden de Milei contra los gobernadores es clara: «Recortales todo lo que se pueda. Van a tener que hacer el ajuste por las buenas o por las malas». Para el Presidente, los mandatarios provinciales se niegan a pagar el costo político de tener que recortar gastos. «Nunca lo hicieron en 40 años de democracia», se le escuchó decir.
Sin ir más lejos, el propio mandatario publicó en la tarde de este viernes una dura advertencia a los miembros de la oposición, sobre todo a quienes no acompañaron el proyecto de Ley ómnibus en el Congreso. «Sabíamos que iba a pasar», admitió. Y sostuvo: «Venimos a cambiar este país. Con la misma convicción que tenían nuestros Héroes de Mayo, venimos a defender La Causa de la Libertad. Tendrán que elegir de qué lado están. Los argentinos ya saben de qué lado estamos nosotros y se los vamos a demandar».
Javier Milei insiste con su plan de ajuste: el mercado reacciona
«Vivieron de fiesta haciendo un festival de empleo público, pagando sumas multimillonarias para entretener a la gente llevando artistas y otros gastos superfluos, mientras la Argentina tiene a la mitad de su gente en la pobreza. No va más». Esa es la lectura que hace el mileísmo duro a esta altura de los acontecimientos. La pregunta es si tendrá espalda política para soportar lo que se viene. Cuando el peronismo se junta, en general es para morder más porciones de poder.
Los mercados, que enseguida se ponen nerviosos, reaccionaron en forma muy negativa al duro traspié en Diputados. Los ADR de empresas argentinas que cotizan en Wall Street cayeron el miércoles hasta 9 por ciento en el caso de los bancos, y este jueves seguían operando en baja. Algo similar ocurría con los bonos de la deuda. Y el riesgo país se consolidaba por encima de los 1.900 puntos, completando un escenario negativo para bonistas y fondos de inversión.
Las provincias, en situación complicada
Un ejemplo sobre el escenario que se puede venir en las provincias: qué pasa si por el recorte de gastos y el cese de las transferencias de Nación a un distrito se le rebela la policía. O peor, si comienzan a morirse pacientes por falta de atención hospitalaria. O si se empiezan a levantarse los enormes bolsones de pobreza que viven en el conurbano. Las respuestas a esas ¿hipotéticas? revueltas, eriza la piel.
Por eso, la jugada de Milei es de alto riesgo. Puede convertir en un polvorín a muchas provincias del norte del país, como Formosa, donde el 70 por ciento del empleo lo genera el Estado. O a la provincia de Buenos Aires, donde las fuerzas de seguridad ya se han amotinado en otros tiempos.
Por orden de Javier Milei, Luis Caputo recortó subsidios al transporte en las provincias.
En tren de ejecutar esa «vendetta» por no haber apoyado la Ley ómnibus, Caputo recortó este jueves un fondo millonario destinado a compensar las tarifas del transporte en el interior del país. La medida puede afectar especialmente a Córdoba, Santa Fe y Mendoza, tres distritos gobernados por el radicalismo, que en el balotaje le dieron el triunfo al libertario.
La gente allí puede empezar a sentir el recorte de servicios, o incluso las huelgas de empresas de colectivos que transportan miles de pasajeros a diario. En muchas ciudades de la Argentina, el único transporte público es el colectivo. Este recorte anunciado por el Gobierno les pega en la línea de flotación.
El oficialismo anunció que se elimina el Fondo Compensador del Interior, recibido por compañías de transporte que operan fuera del AMBA, y dijo que ahora la ayuda oficial se canalizará a través de la SUBE, y será sólo para los beneficiarios de la tarifa social, que implica un descuento del 55%. El Fondo Compensador subsidiaba al transporte del interior del país, a través de transferencias realizadas desde el Estado Nacional, para que el costo de los boletos fuese inferior al necesario para cubrir el funcionamiento y el mantenimiento. Ya no estará.
En la práctica, esta decisión debería llevar a los gobernadores a subir las tarifas. «Que paguen también ellos los costos del ajuste», insiste Milei.
Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), explicó a iProfesional que esta decisión de la Secretaría de Transporte «no debería impactar en el AMBA», donde sigue vigente la tarifa de 270 pesos como se estableció hasta abril. En cambio, dijo que «sí recorta subsidios del fondo compensador que va de Nación a provincias, por lo que los gobernadores deberían aplicar aumentos en el boleto para equiparar los fondos que se recorten».
Cuánta plata está en juego con el recorte que haría el Gobierno
En el 2023, el Tesoro transfirió a las provincias $1,9 billones en forma discrecional, por fuera de la coparticipación. Eso explica en buena medida la emisión monetaria descontrolada en la que cayó Sergio Massa en su afán de ser presidente.
Debido a la intención del gobierno nacional de recortar las transferencias, Axel Kicillof puso en duda el pago de sueldos.
La provincia de Buenos Aires fue la que más recibió: $825.000 millones en el año. Axel Kicillof, agradecido. Y ahora, uno de los más preocupados. Kicillof se había quedado con el 45% del total de las transferencias distribuidas. Y, lo que más impacta, $700.000 millones las usó para gastos corrientes, como pagar los sueldos de la policía y los maestros. La provincia de Buenos Aires no había recibido tantos fondos de manera discrecional desde los primeros años de la administración de Eduardo Duhalde.
¿Qué hará Kicillof sin esa plata? Es un interrogante sin respuesta por ahora. «Esperemos que haya ahorrado», dicen cerca de la Ciudad de Buenos Aires. Se sabe que varias intendencias del conurbano tienen sumas millonarias en plazos fijos y otras inversiones. Tal vez el gobernador, que es economista, haya optado por una decisión similar y pueda resistir en parte el fuerte recorte de este año.
Por las dudas, Kicillof ya volvió a protestar por el reparto de la plata. Es que Buenos Aires fue perjudicada en 1989 con la ley de coparticipación vigente. Se le designó un porcentaje de reparto del 21,3%, cuando tiene el 38% de la población: 17,6 millones de personas. La Ciudad de Buenos Aires también vería golpeados sus ingresos si el recorte la alcanza: perdería $148.000 millones.
Según pudo saber iProfesional, Caputo utilizaría esos recortes para mostrarle al FMI, los bonistas y los mercados en general que la Argentina alcanza el equilibrio fiscal en el primer semestre del año. Como lo logró en enero, aunque en ese caso pateando unos días algunos pagos salariales al sector público, en especial del área educativa.
El recorte de las transferencias discrecionales también golpeará duro a Santa Fe (recibió $83.000 millones el año pasado), La Rioja ($72.000 millones) y Chaco ($70.000 millones). De acuerdo con un informe del IERAL de la Fundación Mediterránea, Buenos Aires, La Rioja, Chaco, Santiago del Estero, Neuquén, Formosa, Santa Cruz, Catamarca, La Pampa y Tierra del Fuego fueron las provincias que recibieron en 2023 fondos por encima de lo que les correspondía, por coparticipación.
Entre los fondos y programas que Caputo recortaría, y que son claves para las provincias, se incluyen el de incentivo docente, el de fortalecimiento fiscal de la provincia de Buenos Aires, el programa de relaciones con provincias y desarrollo regional, las transferencias de la Anses a las cajas de jubilaciones provinciales; la asistencia financiera y las transferencias a CABA para financiar el traspaso de la policía federal a la metropolitana.
La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero son tres de las provincias que se verán más perjudicadas por el plan de ajuste.
Un párrafo aparte para la ANSES: su jefe, el cordobés Osvaldo Giordano, quedó en la cuerda floja luego de que los diputados de Córdoba votaron en contra de la ley ómnibus. «Rompieron el acuerdo que teníamos con Martín Llaryora y Juan Schiaretti. Ahora, todo entra en revisión», advierten en la Casa Rosada. Habrá que ver si la purga de funcionarios empieza ya mismo. Esa decisión iría en línea con el fuerte temperamento de Milei. Pero los politólogos recuerdan que en política la venganza es un plato que se come frío. Habrá que ver qué opción elige el presidente.
También es un interrogante saber qué ocurrirá con las transferencias automáticas: por ley el Poder Ejecutivo no podría cambiarlas, pero nunca se sabe. A través de ese mecanismo, se envían diariamente recursos de libre disponibilidad a las provincias: un 40% va al Tesoro Nacional, 59% a las provincias y 1% al Ministerio del Interior. Inflación mediante, el fondo de coparticipación está creciendo en forma exponencial, ya que se nutre del 100% de lo recaudado por Ganancias y el 89% de lo que ingresa por IVA. Milei ofreció volver a gravar con Ganancias a unos 800 mil trabajadores, pero los gobernadores no quisieron pagar el costo político de esa medida.
El problema es que para algunas provincias los recursos recibidos desde Nación superan el 90% de sus ingresos totales. Las más complicadas en esta hora complejo son Formosa (93%), La Rioja (92%), Catamarca (90%) y Santiago del Estero (90%). Es decir, muchos de los distritos más pobres del norte del país. Todas están gobernadas por el peronismo, aunque algunos mandatarios tienen diálogo con Milei, y en algunos casos hasta acompañaron el ajuste, como ocurrió con los santiagueños.
Pero no sólo los distritos más pobres tienen este problema: en Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Córdoba las transferencias representan entre 53% y 68% de sus ingresos totales. ¿Habrá vendetta contra los cordobeses? La respuesta la tiene Milei, quien regresará recién el martes tras ser recibido por el papa Francisco. Tal vez el pontífice le transmita la paz que el presidente no puede hallar desde que se acomodó en el sillón de Rivadavia hace apenas dos meses.