Con el lanzamiento de Threads, una red social creada por Meta para competir con X (la antigua Twitter) y asociada a Instagram, esta última red social aumenta su capacidad de convocatoria y, quizá, de usuarios.
Con mucho peso de la imagen, ya sean fotos o videos, en sus Stories o Reels, Instagram brinda opciones de privacidad para que la cuenta esté a salvo de todo tipo de delincuentes cibernéticos que, por cierto, abundan.
Si bien la mayoría tiene perfiles públicos, que les permiten sumar seguidores en grandes cantidades, cada vez son más los usuarios que optan por perfiles privados, a los cuales solo podrán acceder quienes estén autorizados. De todas formas, existen métodos para sortear esta impenetrable valla de seguridad.
Cómo ver perfiles privados en Instagram
Los perfiles públicos, aptos para ganar seguidores, llevó a tener en la cuenta desde amigos cercanos hasta completos desconocidos. Entonces, el primer paso consiste en descubrir quiénes son estos seguidores.
Para saber quién sigue una cuenta, hay que ingresar a la lista de seguidores ubicada en el perfil. Instagram proporciona una interfaz intuitiva para navegar por esta lista, que cuenta con un buscador propio.
Si entre estos seguidores aparecen “perfiles sospechosos” o que resultan desagradables, habrá que optar por la opción de Cuenta privada. En este caso, a diferencia de la Cuenta pública, solo podrán convertirse en seguidores las personas autorizadas. Además, solo ellos podrán acceder a las cuentas privadas seguidas por el titular y ver las fotos y videos de su perfil.
Para activar esta opción pulsar en las tres líneas horizontales y Más en la parte inferior izquierda y, luego, en Configuración (la ruedita dentada). Pulsar en Quién puede ver tu contenido y en Privacidad de la cuenta, marcar la casilla ubicada junto a Cuenta privada. Pulsar en Cambiar a modo privado para confirmar la acción.
Esta función no está disponible para los perfiles de empresa. En este caso, habrá que convertir la cuenta, de nuevo, en una personal para acceder a Cuenta privada.
Las mayores desventajas de esta opción de seguridad es que la cuenta tendrá menos seguidores y escasa interactividad. Además, el contenido estará limitado porque existen opciones que solo están activas en el perfil público y de empresa.
Para crear un perfil falso, hay que descargar la app de Instagram en el móvil y crear un nuevo mail con un nombre diferente. Con ese mail se podrá crear otra cuenta de Instagram. Otra manera más simple, y menos reñida con la ética, es pedirle prestada una cuenta de IG a un amigo o conocido para stalkear por ahí.
De nuevo en los límites de lo permitido, varias apps permiten ver perfiles privados. Por ejemplo, Spyuzie, Instanspy, Private Photo Viewer e Instalooker. Hay que tener cuidado al utilizar estos programas porque almacenan datos y contraseñas, y podrían robar información personal.