Una final insólita ante River y el DT que se retiró ganador: a 30 años de la Copa Centenario que ganó Gimnasia

Gimnasia y Esgrima La Plata consiguió un solo título desde que comenzó en 1931 el profesionalismo en el fútbol argentino. Se trata de la Copa Centenario 1993, que ganó tras vencer en una insólita final a River Plate, de la cual el martes se cumplieron 30 años. Roberto Perfumo debutó en ese partido como director técnico del Lobo y, poco después, abandonó para siempre su carrera de entrenador.

La Copa Centenario 1993 se trató de una competición inédita que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) lanzó para festejar el aniversario de sus 100 años de historia. Hubo 18 equipos que participaron: todos los que habían formado parte de la temporada anterior, con excepción de los descendidos Talleres de Córdoba y San Martín de Tucumán.

El certamen tenía como objetivo cubrir las semanas sin fútbol de julio, entre el final de un campeonato local y el comienzo del otro. No obstante, se extendió hasta enero de 1994. La Primera Fase estuvo repleta de clásicos con partido ida y vuelta: River le ganó a Boca, Racing venció a Independiente, Newell’s se impuso ante Rosario Central, San Lorenzo despidió a Huracán y Gimnasia le ganó a Estudiantes, entre otros enfrentamientos.

Copa Centenario 1993: la final entre Gimnasia y River

A la final llegaron River y Gimnasia, tras un desprolijo formato con rondas de ganadores y perdedores. El título se definió el 30 de enero de 1994 en El Bosque de La Plata, ya que el Tripero había ganado todos sus compromisos. No fue esa la única ventaja deportiva del Lobo: con el empate era campeón. Eso no es todo: si perdía en los 90 minutos, habría 30 minutos de alargue y el equipo que metiera el primer gol sería campeón.

Final de la Copa Centenario 1993: Gimnasia 3-1 River

En los minutos previos antes de que sus jugadores salieran a la cancha, Perfumo, que hacía su debut como DT de ese equipo, recordó una de las charlas técnicas que más lo marcó durante su etapa como futbolista: “Una de Pizzuti, antes de jugar contra el Santos. Habló una hora y ni lo nombró a Pelé, hasta que Rulli le preguntó: ‘¿Y a Pelé quién lo marca, maestro?’. José lo miró y le dijo: ‘Vos’. Pero si se lo preguntaba yo, me decía a mí. Lo hacía para agrandarnos”.

Entonces, hizo algo parecido para despertar confianza en sus dirigidos: “Con el tiempo me acordé de esa anécdota y la empleé en Gimnasia, cuando jugamos con River la final del Centenario. Dopazo me preguntó quién tenía que marcar la subida de Hernán Díaz: ‘Nadie, si nunca hizo un gol’. Pobre Hernán, lo tuve que mandar abajo de un tren para que salieran confiados”.

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La primera gran emoción llegó cuando Javier Lavallén le atajó un penal a Guillermo Rivarola. Sobre el final del primer tiempo, Hugo Guerra abrió el marcador y puso en ventaja al conjunto local antes de irse al entretiempo.

Antes de los 5 minutos de la segunda mitad, Facundo Villalba estableció el 1-1. Ese empate le bastaba a Gimnasia para ser campeón. No obstante, el Lobo no se conformó y fue por más: Pablo Fernández puso el 2-1 a 15 minutos del final. A los 88′, Hernán Díaz se fue expulsado tras pegarle un codazo a Guillermo Barros Schelotto, que un minuto después convirtió el 3-1 definitivo.

De esa manera, Gimnasia consiguió el primer y único título de la era profesional de toda su historia. Además, viajó hasta Tokio, Japón, para disputar la Copa Sanwa Bank ante el Verdy Kawasaki, campeón de la liga local. El partido en tierras orientales terminó igualado 2-2 y los nipones festejaron tras la definición por penales.

Por qué Roberto Perfumo se retiró tras ganar la Copa Centenario con Gimnasia

Durante toda la Copa Centenario, Carlos Ramacciotti y Edgardo Sbrissa conformaron la dupla técnica que llevó a Gimnasia hasta la final. Sin embargo, antes del partido definitorio contra River, ambos abandonaron ese rol. Entonces, Roberto Perfumo se hizo cargo del puesto vacante. Nueve meses después, no solo dejó el club, sino que también se despidió para siempre de su carrera como DT.

En 2002, al ser consultado durante una entrevista con El Gráfico respecto de si su faceta como técnico estaba terminada, sentenció: “Sí, salvo algo excepcional. Esto lo decidí después de estar en Gimnasia. Hay que elegir por la calidad de vida. Hoy me interesa más encarar otros proyectos”.

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Es que, según explicó, no estaba cómodo con la vida de entrenador: “Cuando dirigís no tenés paz. Un día de Navidad te dicen: uy, chocó el wing izquierdo, ¿qué hacemos? Hay 30 tipos, cada uno con sus problemas, el dirigente, los sueldos… El entrenador es 24 horas a full. Dejá”.