Como es tradicional cada año y con gran entusiasmo, las personas esperan la llegada de las festividades de fin de año, particularmente la Navidad. La emoción y los preparativos para esta celebración inician meses antes, incluyendo la decoración de los hogares, la planificación de cenas festivas, escribirles cartas a Papá Noel, comprar los regalos e intercambiarlos entre seres queridos.
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Mientras en algunos lugares se disfruta de las tradicionales costumbres familiares, en otros rincones del globo, las comunidades tienen formas únicas y distintivas de conmemorar la temporada festiva, incorporando rituales y prácticas propias de sus culturas locales. Desde cenas peculiares hasta rituales tradicionales, la diversidad de las celebraciones navideñas refleja la riqueza y singularidad de las tradiciones en todo el mundo.
Desde PERFIL CÓRDOBA recopilamos algunas de las tradiciones más peculiares y curiosas de algunos países.
1. En Japón es común cenar KFC (Kentucky Fried Chicken)
Curiosamente, en Japón, el principal protagonista de la Navidad es el restaurante de pollo frito estadounidense KFC, al punto de convertirse una de las tradiciones más consolidadas de los últimos tiempos.
La tendencia de disfrutar KFC en Navidad en Japón surgió gracias a una campaña publicitaria en la década de 1970 que introdujo un bol específico para las festividades navideñas.
Concretamente en 1970, se inauguró el primer local de KFC en Japón. Para la llegada de la Navidad, el gerente Takeshi Okawara tuvo una brillante idea: diseñar un menú navideño especial con pollo de KFC, dirigido especialmente a los extranjeros que celebraban la Nochebuena y la Navidad en Japón. La idea tuvo éxito y en 1974 pasó a ser una campaña publicitaria en todos los establecimientos KFC de Japón, lo llamaron “Kentucky for Christmas” (Kentucky para Navidad).
Durante estos días, la cadena estadounidense recibe millones de pedidos. La anticipación es clave, y es común reservar con semanas de antelación. A pesar de ello, como sucede en muchos lugares, algunos prefieren esperar hasta el último momento, lo que da lugar a escenas habituales de largas colas de japoneses rezagados frente a los establecimientos de KFC durante horas y horas.
2. En Irlanda a Papá Noel se le ofrece cerveza
Por estas fechas, una costumbre muy común es que los jóvenes le escriban cartas a Papá Noel o al Niñito Dios con la lista de regalos que esperan recibir la noche del 24 de diciembre. Como muestra de cariño y agradecimiento, es usual dejar junto con las cartas un vaso de leche acompañado de galletitas u otras comidas para que estos personajes puedan recargas sus energías.
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Sin embargo, en Irlanda, en la noche del 24 de diciembre prefieren dejarle un budín elaborado con cerveza Guinness o whisky irlandés.
3. La noche de los rábanos en México
La Noche de los Rábanos, es una competición anual en Oaxaca, México, que tiene lugar durante el 23 de diciembre. Durante este evento, los participantes elaboran figuras y escenas talladas a partir de rábanos, las cuales son presentadas para competir en diversas categorías. Las tallas de rábano se venden como centros de mesa navideños. Y se premia con una suma de dinero al creador del mejor diseño.
4. El árbol de telarañas de Ucrania
Esta es una tradición que surge de un cuento infantil en el que una araña ayuda a una familia de escasos recursos a decorar su arbolito de Navidad. Gracias a esta historia ancestral, los ucranianos asocian a las telarañas con la buena suerte.
Por eso, los arbolitos en Ucrania se decoran con simulaciones de telas de araña para atraer la buena fortuna.
5. La cabra de Gävle en Suecia
Los residentes de Gävle, Suecia, festejan las festividades navideñas dando vida a la Cabra de Gävle. Es una cabra de paja gigante de 13 metros decorada con listones y luces de colores.
Desde el comienzo del Adviento hasta el cierre de la temporada navideña, se instala la estructura en la plaza central de la ciudad.
Al igual que en Ucrania, esta tradición tiene sus raíces en antiguas leyendas. Inicialmente, la cabra era espíritu malvado navideño que demandaba regalos a los residentes. Con el tiempo, evolucionó hacia una figura amable que se encargaba de asegurarse de que las familias adornaran sus hogares apropiadamente para la temporada. De este modo, los suecos adoptaron la costumbre de decorar sus árboles navideños con cabras elaboradas de paja.
La idea de levantar una cabra gigante en la plaza principal de Gävle se gestó en 1963, gracias a Stig Gavlén, un publicista. Con el objetivo de fomentar el turismo y estimular las ventas en el comercio local, el gobierno respaldó la iniciativa. Para el 2 de diciembre de 1966, la primera Cabra de Gävle se instaló en la plaza del pueblo.
Como dato curioso, la figura entró en el Libro Guinness de los récords en 1985 y cada año recibe miles de visitantes.