La trama del crimen del mago «Alex» y su novia tiene de todo. Drogas, dólares falsos y traiciones. Fue un caso impactante que para los investigadores arrancó como un robo infraganti en San Fernando que terminó con un doble homicidio con nexos narco en los que sobrevolaron las causas por la ruta de la Efedrina y el Triple Crimen de General Rodríguez. Allá por octubre y noviembre de 2019 nadie podía imaginar hasta dónde iba a escalar.
Cuatro años después, el autor material de los asesinatos de Leonardo «Alex» Fernández y Jéssica Alberti Cigola confesó. «Era él o yo. Yo soy conciente de eso. El detonante de lo que pasó fue que ‘El Mago’ Álex amenazó de muerte a mi familia. Le dije que eso no se lo iba a permitir y ahí lo empecé a agredir. La chica no tenía que estar ahí, fue una desgracia», aseguró el imputado Rubén «Cashy» Grasso (40) bajo la atenta mirada de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, Esteban Andrejin, Osvaldo Rossi y Federico Ecke. Fue el miércoles en la quinta audiencia por el juicio que arrancó el 8 de noviembre.
En el juicio también están acusados Roberto Juan Alegre (45), hermano de Grasso, y el remisero Alexis Miguel Bonnet (32). Todos llegaron a esta instancia presos y procesados por «doble homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido ‘criminis causae’, en concurso material con robo agravado en poblado y en banda», delitos que prevén prisión perpetua.
Habían pasado algunos minutos de las 12 cuando «Cashy», vestido con una campera del Barcelona con el nombre de Messi, pidió la palabra y arrancó a hablar hasta casi las 16.
Durante su declaración aceptó contestar preguntas pero lo primero que hizo fue pedir disculpas a los familiares de las víctimas, que estaban presentes en la sala.
«Quiero darles mi más sentido pésame. Quería aprovechar esta oportunidad para comentarles cómo fue el hecho y decirles la verdad«, abrió Grasso, que dijo haber estudiado ingeniería civil.
El mago Alex junto con el ilusionista David Copperfield, en su visita a la Argentina en 1999.Después contó que conoció al «Mago» Alex durante una fiesta en Nordelta a través de Germán y Cristian Heredia y que, luego de ello, comenzó a tener una «relación de negocios» con Fernández en la que falsificaban tarjetas de créditos, documentos, títulos universitarios y, principalmente, dólares estadounidenses.
«El mago era el inversor de estas actividades, mientras que los Heredia eran intermediarios que tenían contactos. A mi se me daba dinero y droga a cambio de trabajo. Yo era el encargado de realizar los diseños de los dólares», explicó Grasso.
El crimen del mago «Alex» y su novia: la traición
Sin embargo, el imputado admitió tener un «arreglo» con los Heredia a espaldas de Fernández para que termine dicha labor, debido a una deuda que tenían los narcotraficantes con «El Mago».
Leonardo Fernández (53), quien trabajaba como mago en fiestas organizadas en la zona de Nordelta y se hacía llamar «Alex Ilusionista», y su novia Jessica Alberti Cigola (25).«Fernández se venía enojando porque lo estábamos cagando. Los últimos días me venía insistiendo para que nos veamos por este tema. Por eso, me amenazó con un sicario. Se notaba que tenía una gran expectativa por las ganancias del negocio, que superaban el millón de dólares«, continuó.
En ese marco, Grasso recordó que la noche del 23 de octubre del 2019 Álex se presentó en su departamento, en San Fernando, con su novia Jéssica Cigola, donde discutieron a causa del trabajo que el acusado no había realizado.
«Llegó y me empezó a recriminar las cosas, empezó a subir el tono de la conversación. ‘El Mago’ sugería que yo lo trataba como un estúpido y que lo quería engañar. Le pedí por favor que continuemos la conversación en mi departamento», indicó «Cashy», que admitió que junto a su hermano estaban «muy drogados» y llevaban varios días sin dormir.
Leonardo Fernández (53), quien trabajaba como mago en fiestas organizadas en la zona de Nordelta y se hacía llamar «Alex Ilusionista», y su novia Jessica Alberti Cigola (25).Ya dentro del departamento, Grasso detalló que la discusión con el mago «subió el tono» cuando éste amenazó de muerte a su familia. Y arrancaron a las piñas.
«Le dije que eso no se lo iba a permitir y ahí lo empecé a agredir. Hubo una lucha que duró un instante, como un minuto. Todo se fue de las manos. Mi hermano me lo sacó de encima y le pegó con un cortafierros que tenía arriba de mi mesa que lo usaba para sacar la batería de mi moto», aseguró .
Leonardo Fernández (53), quien trabajaba como mago en fiestas organizadas en la zona de Nordelta y se hacía llamar «Alex Ilusionista», y su novia Jessica Alberti Cigola (25).Según Grasso, toda esa secuencia era observada por Cigola, quien comenzó a gritar desesperadamente por lo ocurrido y admitió haberla golpeado, aunque no recordaba haberla apuñalado, tal como lo indicó la autopsia de la joven.
«Yo le di un golpe de puño en la cara a Jéssica, cuando me dijo que suelte a Alex. Ella nunca dejó de gritar. Asumo que yo sostenía una cuchilla en la mano, pero no me di cuenta que apuñalé a Jéssica. Cigola no tenía que estar ahí. No fui a matarla a ella. Fue una pobre víctima que estuvo en el lugar y momento equivocado», manifestó el imputado mientras reproducía la secuencia haciendo gestos con sus manos.
Además, justificó que los 22 golpes brutales que sufrió el mago «Alex» con el cortafierros fueron porque, junto a Alegre, «no lo podían parar».
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Doble crímen del mago Alex y su novia
Luego del doble crimen, el hombre señaló que, al igual que su hermano, quedaron «shockeados» por lo ocurrido y se fueron. La siguiente noche volvieron con el remisero Bonnet en el auto de Fernández.
Según afirmó Grasso, Bonnet no sabía nada del doble crimen y dijo que lo contrataron para «robar cocaína» guardada en la casa del mago, en Parque Patricios.
Los tres fueron hasta allí pero Grasso negó haber robado dinero. «No nos llevamos ni un centavo. La plata quedó en la casa del Mago. Menos sabiendo que los dólares del mago eran falsos. Yo no tenía necesidad de dinero. Nunca me faltó nada. Yo hacía muchísimas cosas ilícitas que me daban mucho dinero», admitió con frialdad Grasso.
A pesar de ello, el imputado reveló que junto a sus cómplices se olvidaron el botín con la droga, por lo que tuvieron que regresar.
La aspiradora de oro que tenía uno de los detenidos por el doble crimen del mago Alex y su novia. La usaba para esnifar cocaína. «Nos olvidamos toda la droga en la cochera. Llegando a Márquez y Panamericana nos dimos cuenta y volvimos. Estábamos tan drogados que nos olvidamos lo que fuimos a robar», contó.
Al volver a Parque Patricios un patrullero detectó una actividad sospechosa de Bonnet mientras esperaba a Alegre y Grasso en la camioneta del «Mago Álex» y fue detenido. Esa fue la llave que condujo al doble crimen.
El juicio, confirmaron fuentes judiciales a Télam, continuará el viernes a partir de las 10, con los alegatos del fiscal Alejandro Musso, la abogada de la madre de Jéssica Cigola –constituida como particular damnificado–, Stella Ojeda, el defensor del remisero Bonnet, Gustavo de Simone, y la defensora oficial María Dolores Gómez.
MG