Aunque, ahora, existen otras redes sociales, Facebook sigue manteniendo la mayor cantidad de usuarios en todo el mundo. Esto a pesar de que muchos jóvenes prefieren TikTok e Instagram, porque la red social pionera resulta fundamental para la difusión personal y empresarial.
Las publicaciones de una cuenta solo pueden ser modificadas por su autor. Sin embargo, quienes tienen acceso a ese perfil (los amigos) pueden realizar todo tipo de comentarios y agregar enlaces. Los grupos, en especial cuando son públicos, facilitan el acceso a personas que realizan publicaciones ajenas a su temática o, incluso, enlaces a perfiles sospechosos o pornográficos.
Con este panorama, mantener la cuenta segura, a salvo de desconocidos y malintencionados, tiene cada vez más importancia para el buen manejo de esta red social.
La primera línea de defensa para evitar modificaciones no autorizadas en tus publicaciones es comprender y configurar adecuadamente las opciones de privacidad en Facebook. Ajustar la configuración de privacidad permite determinar quién puede ver las publicaciones y quién puede interactuar con ellas. Limitar la audiencia a amigos cercanos o grupos selectos reduce significativamente el riesgo de alteraciones maliciosas.
Las etiquetas permiten a otros usuarios agregar contenido a las publicaciones, pero también puede abrir la puerta a modificaciones. Para evitar estas acciones, hay que revisar y ajusta la configuración de etiquetas para aprobar manualmente cualquier mención antes de que aparezca en la línea de tiempo.
A veces, las actividades de phishing o la infección con malware pueden afectar una cuenta. Entonces, resulta imprescindible reconocer correos electrónicos y enlaces sospechosos, además de mantener el software antivirus actualizado.
La función de publicaciones programadas permite planificar la publicación de contenidos con antelación, lo cual proporciona coherencia al contenido y minimiza el riesgo de que ocurran cambios de última hora. Esto reduce la ventana de oportunidad para que alguien más pueda realizar modificaciones.
Considera realizar copias de seguridad regulares de las publicaciones en Facebook. Aunque la plataforma ofrece herramientas para descargar la información, mantener tus propias copias de seguridad puede ser útil en caso de que haya que restaurar el contenido original después de una modificación no deseada.
Para administrar quién puede y quién no publicar en la cuenta de Facebook hay que seguir el siguiente procedimiento:
Cliquear en la foto de perfil y seleccionar Configuración y privacidad y luego en Configuración. Volver a hacer clic en Privacidad. En la columna izquierda, pulsar en Perfil y etiquetado. Buscar la opción ¿Quién puede publicar en tu perfil? y cliquear en Editar. En el menú desplegable, elegir Solo yo.
Los administradores de grupos deberán estar muy atentos a la actividad de sus integrantes, para impedir publicaciones no deseadas. Mejor aún, siempre hacer que los grupos sean privados para que los nuevos integrantes deban solicitar permiso para formar parte.