DUBAI.- El lĆder militar de Hamas, Mohammed Deif, uno de los cerebros de los ataques terroristas del 7 de octubre pasado, es una figura escurridiza que rara vez ha hablado, que nunca fue visto en pĆŗblico, y que sobreviviĆ³ a por lo menos a siete intentos de asesinato israelĆes.
Deif, de 58 aƱos, habrĆa sido blanco de un ataque israelĆ este sĆ”bado en la ciudad gazatĆ de Khan Yunis, segĆŗn informĆ³ el EjĆ©rcito israelĆ, aunque no estaba claro si el lĆder terrorista habĆa muerto. Al menos 71 personas murieron en el bombardeo, segĆŗn las autoridades de Gaza, gobernada por Hamas.
En los meses transcurridos desde que Israel lanzĆ³ su campaƱa de represalia tras el ataque dirigido por Hamas contra el sur de su territorio, se cree que Deif dirigiĆ³ operaciones militares desde los tĆŗneles y las callejuelas de Gaza, junto con otros comandantes de alto rango.
Deif, que ascendiĆ³ en las filas de Hamas a lo largo de 30 aƱos, desarrollĆ³ la red de tĆŗneles del grupo y su experiencia en la fabricaciĆ³n de bombas. Encabeza desde hace dĆ©cadas la lista de los mĆ”s buscados por Israel, que lo considera personalmente responsable de la muerte de decenas de israelĆes en atentados suicidas.
Junto a otros dos dirigentes de Hamas en Gaza formaron un consejo militar de tres miembros que planeĆ³ el ataque del 7 de octubre, en el que murieron 1200 personas y mĆ”s de 250 fueron tomadas como rehenes. Tras el ataque, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu prometiĆ³ matar a los tres: Yahya Sinwar, lĆder de Hamas en Gaza; Deif, jefe del ala militar; y Marwan Issa, su segundo, del que Israel informĆ³ que habĆa muerto en marzo.
En un audio difundido mientras Hamas disparaba miles el 7 de octubre, Deif bautizĆ³ la incursiĆ³n como āTormenta Al-Aqsaā, y seƱalĆ³ que el ataque era una venganza por las incursiones israelĆes en la mezquita de Al-Aqsa de JerusalĆ©n. Una fuente cercana a Hamas dijo que Deif comenzĆ³ a planear la operaciĆ³n en mayo de 2021, despuĆ©s de una incursiĆ³n en ese templo, el tercer lugar mĆ”s sagrado del Islam, que enfureciĆ³ al mundo musulmĆ”n.
āLo desencadenaron las escenas y las imĆ”genes de Israel asaltando la mezquita de Al-Aqsa durante el RamadĆ”n, atacando a los fieles, sacando a rastras a ancianos y jĆ³venes de la mezquitaā, dijo la fuente de Gaza. āTodo esto avivĆ³ y encendiĆ³ la iraā.
El complejo se encuentra en la meseta de la Ciudad Vieja, conocida por los musulmanes como el Noble Santuario, y por los judĆos como el Monte del Templo. El asalto al recinto de la mezquita, durante mucho tiempo un foco de violencia por cuestiones de soberanĆa y religiĆ³n en JerusalĆ©n, contribuyĆ³ a desencadenar 11 dĆas de enfrentamientos entre Israel y Hamas.
Como rara vez habla y nunca aparece en pĆŗblico, cuando el 7 de octubre pasado el canal de televisiĆ³n de Hamas anunciĆ³ que hablarĆa ese dĆa, los palestinos supieron que se cocinaba algo importante.
āHoy estalla la ira de Al-Aqsa, la ira de nuestro pueblo y de nuestra naciĆ³n. Mujahidines (combatientes), hoy es su dĆa para hacer comprender a este criminal que su tiempo ha terminadoā, dijo Deif en la grabaciĆ³n. Estados Unidos y otros paĆses occidentales consideran a Hamas -que jurĆ³ la destrucciĆ³n de Israel- una organizaciĆ³n terrorista.
La fuente cercana a Hamas dijo que la decisiĆ³n de preparar el ataque fue tomada por Deif, que comanda las Brigadas Al-Qassam de Hamas, junto con Yehya Sinwar, lĆder del grupo en Gaza, pero que estaba claro quiĆ©n era el artĆfice. āHay dos cerebros, pero hay una sola mente maestraā, dijo la fuente, y aƱadiĆ³ que la informaciĆ³n sobre la operaciĆ³n solo era conocida por un puƱado de dirigentes de Hamas. Una fuente de seguridad israelĆ afirmĆ³ que Deif participĆ³ directamente en la planificaciĆ³n y los aspectos operativos.
El plan supuso un prolongado esfuerzo de engaƱo. Se hizo creer a Israel que Hamas, aliado de IrĆ”n, no estaba interesado en iniciar un conflicto y se centraba en cambio en el desarrollo econĆ³mico de Gaza, donde tomĆ³ el poder en 2007. Pero mientras Israel empezaba a ofrecer incentivos econĆ³micos a los trabajadores gazatĆes, los combatientes del grupo eran entrenados y adiestrados, a menudo a la vista de los militares, dijo la fuente cercana a Hamas.
Hablando con voz tranquila, Deif dijo en su grabaciĆ³n que Hamas habĆa advertido repetidamente a Israel que pusiera fin a sus crĆmenes contra los palestinos, liberara a los presos y detuviera la expropiaciĆ³n de tierras palestinas.
āAnte la orgĆa de la ocupaciĆ³n y su negaciĆ³n de las leyes y resoluciones internacionales, y ante el apoyo estadounidense y occidental y el silencio internacional, hemos decidido poner fin a todo estoā, afirmĆ³.
En mayo, el fiscal de la Corte Penal Internacional informĆ³ que habĆa solicitado Ć³rdenes de detenciĆ³n contra Deif, Sinwar y otra figura de Hamas por el atentado, y contra Netanyahu y su jefe de Defensa por la respuesta de Israel.
Tanto Israel como Hamas rechazaron las acusaciones de la CPI y dijeron que se oponĆan a la forma en que el anuncio de la solicitud el mismo dĆa parecĆa equipararlos entre sĆ, aunque se enfrentaban a cargos diferentes.
MĆ”s de 38.000 palestinos han muerto en la respuesta militar israelĆ a la incursiĆ³n del 7 de octubre, segĆŗn las autoridades de salud de Gaza, y gran parte del enclave ha quedado reducido a escombros.
Nacido como Mohammad Masri en 1965 en el campo de refugiados de Khan Yunis, establecido tras la guerra Ć”rabe-israelĆ de 1948, pasĆ³ a ser conocido como Mohammed Deif tras unirse a Hamas durante la primera Intifada, o levantamiento palestino, que comenzĆ³ en 1987. Fue detenido en 1989 y pasĆ³ unos 16 meses recluido.
Deif se licenciĆ³ en Ciencias en la Universidad IslĆ”mica de Gaza, donde estudiĆ³ fĆsica, quĆmica y biologĆa. DemostrĆ³ afinidad por las artes, dirigiĆ³ el comitĆ© de entretenimiento de la universidad y actuĆ³ en comedias.
Fuentes de Hamas dijeron que Deif perdiĆ³ un ojo y sufriĆ³ heridas graves en una pierna en uno de los anteriores intentos de asesinato. Su esposa, su hijo de 7 meses y su hija de 3 aƱos murieron en un ataque aĆ©reo en 2014. Su supervivencia mientras dirigĆa el brazo armado de Hamas hizo que algunos lo consideraran un hĆ©roe popular.
Agencia Reuters
LA NACION