La pobreza habrĂa llegado a 55,5% de la poblaciĂłn a nivel nacional y ya afecta a 25 millones de argentinos. HabrĂa crecido tambiĂ©n en el primer trimestre del año el nivel de indigencia, y segĂșn el Ășltimo relevamiento del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) de la Universidad CatĂłlica Argentina, la inseguridad alimentaria es cada vez mayor.Â
Junto a CĂĄritas Argentina, el Observatorio presentĂł la «RadiografĂa de la pobreza en Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza», una encuesta que releva 5.760 casos por año en aglomerados urbanos de mĂĄs de 80.000 personas, con un error muestral de +/- 1,3%, con un nivel de confianza del 95%. La presentaciĂłn tuvo lugar en el Centro Comunitario San Pedro Claver, de CĂĄritas Quilmes, ubicado en el Barrio La Carolina de Ingeniero Allan, partido de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.
AllĂ Eduardo Donza, Investigador y Coordinador de Desarrollo de Datos, especialista en Trabajo y Desigualdad del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA sugiriĂł que estos datos «pueden parecer frĂos, o que son solamente un nĂșmero, pero atrĂĄs hay un sentir profundo, hay rostros, hay familias pobres o indigentes que experimentan hambre y una mal alimentadas por razones econĂłmicas; hay desocupados que no pueden acceder a un trabajo de calidad o trabajadores sobreocupados pobres.»
RefiriĂł que en ese 55,5% «hay madres que no pueden satisfacer las necesidades de crianza de sus hijos, dada la escases de recursos y de tiempo de vida que genera la pobreza; hay jĂłvenes que no pueden insertarse laboralmente, o que no pueden terminar los estudios que desearĂan; hay niños que les cuesta la integraciĂłn y bebĂ©s que ven cercenadas sus necesidades de desarrollo, tanto a nivel psicolĂłgico como a nivel fĂsico, por las falencias en los primeros años de vida.»
Pobreza, indigencia e inseguridad alimentaria
El informe dado a conocer el lunes mostrĂł que durante el tercer trimestre del año, el indicador de pobreza se habrĂa incrementado de 44,7% de la poblaciĂłn a 55,5%, y el de indigencia de 9,6% a 17,5% como consecuencia de la devaluaciĂłn de la moneda en diciembre y consecuente aceleraciĂłn de la inflaciĂłn.
La UCA concluye que en el primer trimestre de 2024, 24,9 millones de personas residentes en ĂĄreas urbanas del paĂs habrĂan estado en situaciĂłn de pobreza, con ingresos por debajo de la Canasta BĂĄsica Total que mide el Instituto nacional de EstadĂstica y Censos, INDEC. Entre ellas, 7,8 millones de personas pasaron al estado de pobreza extrema o indigencia; son los que no pueden pagar la Canasta BĂĄsica Alimentaria.
Asimismo, la inseguridad alimentaria total para ĂĄreas urbanas relevadas por la encuesta alcanzĂł entre enero y marzo a
- 24,7% de las personas,
- 20,8% de los hogares
- 32,2% de los niños, niñas y adolescentes.
Se encuentran en una situaciĂłn aĂșn mĂĄs grave, con inseguridad alimentaria severa:
- 10,9% de las personas,
- 8,8% de los hogares
- 13,9% de los niños, niñas y adolescentes.
La inseguridad alimentaria total ocurre cuando las comidas a las que accede el individuo no son completas. La inseguridad alimentaria severa es cuando se experimenta hambre de manera frecuente.
La pobreza y la inseguridad alimentaria impacta sobre niños y adolescentes
«Lamentablemente tenemos que decir que 1 de 4 cuatro personas en la Argentina sufre inseguridad total (no severa) porque tiene al menos que hacer algĂșn ajuste en la cantidad y calidad comida, o sus miembros deben saltear alguna comida porque los ingresos no le alcanzan. Y esto es mĂĄs triste cuando lo llevamos a niños y adolescentes menores de 18 años, donde aumenta al 32%«, afirmĂł el investigador de ODSA-UCA.
Por otra parte, la inseguridad alimentaria severa afecta al 10% de la poblaciĂłn segĂșn la UCA, pero entre los menores de 18 años, el nĂșmero llega casi al 15%. Donza afirmĂł que, por suerte, hay sistemas de ayudas, tanto de CĂĄritas como de otros organismos, que arman esquemas alimentarios compensatorios. Y hace posible que el 50% de los niños menores de 18 años asistan a los comedores, escolares o comunitarios. Otros mecanismos de ayuda son, por ejemplo, la Tarjeta Alimentaria, que a travĂ©s de la AsignaciĂłn Universal por Hijo llega al 42,6% de los niños. Y tambiĂ©n los bolsones de alimentos, que llegan a los hogares del 37% de los niños.Â
EducaciĂłn y Empleo
El estudio de ODSA-UCA concluye que 1 de cada 4 niños de 3 a 5 años no concurre a la escuela sistemåticamente. El sistema primario estå casi cubierto, con 0,4 de no concurrencia, pero en el secundario de 13 a 17 años, el 6,2%, es decir, casi 1 de cada 10 no estå concurriendo.
Otro problema del atraso escolar: en educaciĂłn primaria, menores de 6 a 12 años, el 10% de los niños tiene sobreedad en la cursada (o sea de mĂĄs de 2 años). En la escuela secundaria, el 25% tiene algĂșn atraso escolar. Y en cuanto a terminalidad educativa, el 35% de los jĂłvenes de 18 a 29 años, no ha terminado la secundaria, posiblemente porque comenzĂł a trabajar.
Uno de cada tres ocupados trabaja en la economĂa social, segĂșn el OSDA-UCA
Respecto al empleo, Donza afirmó que «hoy, el 32% de los trabajadores ocupados residen en hogares en situación de pobreza. O sea, que no alcanza a tener un trabajo para salir de la pobreza. Esto es mayor en los trabajadores no registrados o precarizados, donde se acercan al 50% o 60%.»
En concreto, el informe del primer trimestre de 2024 midiĂł que:
- el 32,5% de los ocupados son trabajadores que residen en hogares en situación de pobreza,
- el 30,9% de los ocupados trabaja en la economĂa social
- el 26,5% de la poblaciĂłn econĂłmicamente activa (PEA) tiene un empleo precario
- el 24,3% de la PEA tiene un subempleo inestable
Para el investigador del OSDA-UCA, esa situaciĂłn es consecuencia de una estructura productiva que no genera los puestos necesarios y de calidad: «La mitad de los trabajadores estĂĄ en el sector micro informal de la economĂa, que son de pequeños establecimientos. Como el 30% de ellos viven de la economĂa popular, aquĂ, con buenos programas como los de CĂĄritas, se puede balancear ese desequilibrio del mercado.»