Diego MartĆnez no consigue que los suyos sean regulares. A MartĆn Demichelis, en tanto, le sobran individualidades.
Diego MartĆnez es arquitecto de lo que funciona y de lo que se rompe seguido. Boca tiene dos caras. Y el padre del engendro es su tĆ©cnico, que es tan responsable de las versiones brillantes de su construcciĆ³n -como el triunfo ante River por la Copa de la Liga-, como de las otras actuaciones que oscilan entre malas (AtlĆ©tico TucumĆ”n) y las paupĆ©rrimas, como la de este domingo en Vicente LĆ³pez.
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ĀæPor quĆ© Boca es uno en la Bombonera y otro cuando sale de ella? Desde aquella media hora de alto vuelo ante Nacional de PotosĆ (mĆ”s allĆ” de las limitaciones del rival) a la derrota estrepitosa contra Platense (a pesar de las limitaciones del rival) pasaron apenas un puƱado de horas. Y las excusas ya no cuentan. El caso excede a una torpeza del insĆ³lito Marcos Rojo o a una patada voladora de Cristian Lema.
A este conjunto, que ya estĆ” a seis de distancia de la punta despuĆ©s de cuatro fechas, lo potencia el aliento y el grito crĆtico de su gente, y se convierte en una formaciĆ³n liviana, floja de espĆritu, en condiciĆ³n de visitante. Y el juego va y viene, y parece estar atado al factor anĆmico, porque los nombres en general son los mismos: una lista corta de doce o trece porque el recambio no estĆ” a la altura.
Lo extraƱo es que el Boca bueno por momentos despliega un fĆŗtbol de alto vuelo. Se le notan cosas que no lograron plasmar otros tĆ©cnicos. Pero el Boca malo es muy malo; a veces no consigue ni siquiera patear al arco.
MartĆnez tiene el crĆ©dito abierto. Algunos futbolistas no, y se irĆ”n durante el receso. Y ahĆ es donde entrarĆ”n a la cancha Juan RomĆ”n Riquelme, su Consejo y el tĆ©cnico. De las elecciones que hagan depende el futuro del proyecto. Mientras tanto, como un pĆ©ndulo, las victorias y las derrotas confunden a todos y alejan a Boca de los primeros puestos.
Lo de River no es igual, aunque hay rasgos que se parecen. En el Monumental arrasa, y afuera sufre, fundamentalmente contra rivales pesados. El semestre para MartĆn Demichelis incluye un tĆtulo frente a Estudiantes de La Plata y caĆdas estridentes en los mano a mano contra Boca y Temperley.
A la espera del rival de octavos en Copa Libertadores, con el aliciente de haber logrado el uno entre los primeros, River sacĆ³ adelante el choque ante Tigre por la jerarquĆa de sus atacantes. Como colectivo, desparejo y con dificultades en el retroceso. Pero Demichelis cuenta con futbolistas de sobra, y con uno en pleno estado de gracia, el colombiano Miguel Borja. Todo esto explica el presente Millonario: nĆŗmeros extraordinarios en su estadio, y presentaciones ordinarias cuando sale de su casa.
En esto andan Boca y River rumbo al receso, antes del sorteo y de cara al mercado de pases. Llegan tiempos para pensar y ejecutar sin margen para equivocarse.