Un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) resistió a los tiros frente a dos “motochorros” que intentaron robarle su vehículo en la localidad de La Reja, partido de Moreno, provincia de Buenos Aires, informaron hoy fuentes policiales.
Según los voceros, la víctima del intento de robo, cumple funciones como cabo del Departamento correspondiente a la División Área Metropolitana Norte de la PFA.
El hecho ocurrió ayer en la intersección de las calles Olavarría y Gaona de la mencionada localidad del oeste del conurbano bonaerense, donde la víctima fue interceptada por dos hombres armados que se trasladaban en una motocicleta color azul e intentaron robarle, tras lo cual, se identificó como personal policial y se produjo un tiroteo.
Tras ello, los delincuentes se dieron a la fuga sin poder concretar el robo de la motocicleta marca Honda Twister de color roja, mientras que los investigadores creen que uno de los ladrones pudo resultar herido.
A su vez, los voceros indicaron que los efectivos realizaban verificación en centros asistenciales por posible ingreso de un hombre con herida de arma de fuego.
En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 8 del Departamento Judicial Moreno- General. Rodríguez, quien dispuso las diligencias de rigor por el delito de “Robo en grado tentativa”.
Motochorros: Un tema sin solución inmediata
Las innumerables situaciones de inseguridad productos de los robos y muertes por causa de los “motochorros” siguen día a día, en una nota publicada por LA NACION a principio de este mes, detalla las situaciones que se repiten sin solución hasta el momento.
El número de motos que circulan por la ciudad ha ido creciendo a lo largo de los últimos años. A similar ritmo, lamentablemente, han crecido también los ataques perpetrados por motochorros, muchos de ellos menores de edad. En 2023, la inseguridad ocupó el segundo lugar (38%) entre las preocupaciones de los argentinos, detrás de la inflación (55%), según un sondeo de la Universidad de San Andrés.
La ONG Defendamos Buenos Aires difundió un informe sobre delitos, inseguridad y violencia en la ciudad de Buenos Aires y en el AMBA a partir de datos en poder de la Justicia Nacional de Instrucción con jurisdicción en Capital Federal, más lo reportado por tribunales de Lomas de Zamora, Quilmes, San Isidro, Morón, Moreno, La Matanza y San Martín.
En 2023, el número de robos a manos de motochorros trepó a 14.100, esto sin contabilizar todos aquellos hechos que no fueron denunciados en la Justicia, es decir, la cifra negra del delito, que impulsaría enormemente las estadísticas hacia arriba si quienes los padecen los dieran a conocer a las autoridades pertinentes. La estadística da cuenta también de que estos episodios ocasionaron 66 muertos, un drama de vidas que se apagan por un celular, una cartera, un bolso o el más impensado objeto. “Robo agravado y lesiones”, “robo seguido de muerte”, las situaciones se repiten hasta el cansancio. Los delincuentes circulan fuertemente armados y sin el menor reparo eligen al voleo a sus víctimas: transeúntes, ciclistas o motoqueros, automovilistas, personas sentadas a una mesa de café o en la puerta de su casa, como ocurrió semanas atrás con Eugenio Sipatov, de 40 años y nacionalidad rusa, que instintivamente intentó resistirse en el partido de Lanús. Estaba a punto de ser padre. Lo mataron de un disparo por la espalda y huyeron en dos motos.
Días después, cuatro sospechosos fueron detenidos como acusados de ser la banda de motochorros que le robaron a un joven un bolso en el que llevaba cerca de un millón y medio de pesos que acababa de retirar de una sucursal del banco Santander, en Lanús Oeste, en la provincia de Buenos Aires.
Sería bueno saber cuánto tiempo permanecerán detenidos los delincuentes. La información periodística da cuenta de las crueles muertes de muchos a manos de estos inadaptados, pero poco sabemos qué ocurre con ellos luego de una eventual detención. La puerta giratoria sigue demasiado aceitada.
Con información de la agencia Télam.
LA NACION