Roberto Molle se esfuerza por expresarse y contener la emoción, pero en algunos momentos no logra contenerse y se quiebra. El 29 de diciembre pasado, ráfagas de viento superiores a los 150 kilómetros por hora azotaron la localidad correntina de Bella Vista y destruyeron unas 240 hectáreas con invernáculos donde unos 140 productores cultivan principalmente tomates y pimientos. Según los productores, entre la infraestructura dañada y la producción que no se podrá continuar, las pérdidas rondan los US$50 millones. La situación dejará a muchos fuera de la actividad, según alertan, por la dificultad para afrontar los costos de reconstrucción de los invernáculos.
Los números proporcionados por el Ministerio de Producción correntino impactan: por el temporal se vieron afectadas unas 140 hectáreas con invernáculos donde se producen unos 16,8 millones de kilos de pimientos y 100 hectáreas de tomates de donde se recolectan siete millones de kilos. Los productores no descartan que esta pérdida productiva pueda generar una suba de precios de estos productos.
“Es un trabajo de 30 años que se me destruyó”, dice Molle, expresidente de la Asociación de Productores Hortícolas de Bella Vista, a quien el viento le tiró las 10 hectáreas de infraestructura donde este mes debería haber comenzado con la campaña de pimiento. Esta estructura, explica, cuesta aproximadamente unos US$5 el metro.
En enero de cada año los productores colocan en los invernáculos los plantines adquiridos a empresas especializadas en confeccionarlos. “El problema es que con la destrucción de los invernaderos no disponemos de espacio para ubicarlos. Todo ese esfuerzo va directo a la basura”, se lamenta el productor.
Molle detalla que un plantín le cuesta al productor aproximadamente US$0,30. Una hectárea lleva 20.000 plantines. Asimismo, por el daño que causó el temporal no podrán usar un sistema de biocontrol de insectos importados de Holanda y Dinamarca que combatan las plagas. Con eso evitan el uso de insecticidas. “Todo esto ya estaba pagado por los productores. Cuesta aproximadamente 5000 dólares por hectárea [el sistema de biocontrol]”, afirma.
En total Molle estima que la zona perdió US$50 millones entre infraestructura y la producción que no se va a poder hacer. “Estoy pensando seriamente, como gran parte de los productores de Bella Vista, en dejar la actividad porque en este momento, de tanta volatilidad, se hace imposible pensar en recomprar todo y rearmar lo que se nos rompió”, expresa.
El productor ya tuvo que despedir a 20 de los trabajadores. “Me quedé con 15 trabajadores y viendo de aquí al 15 de marzo, que es mi fecha límite, con cuánta superficie podría llegar. Estimo que no va a ser más del 10%”, dice.
Estima que unas 1500 personas en forma directa pueden quedarse sin trabajo en la región de no poderse recuperar los productores. “Hay toda una economía alrededor del pueblo, tanto ferreterías, corralones, transportistas, agronomía; todo gira alrededor de esta producción que también está arrasada. Va a costar más de cinco, seis o siete años rehacer esto”, indica.
A pesar de que pasaron dos semanas del temporal, Juan Carlos Achitte aún está conmocionado por los daños. “Hace 45 años que me dedico a la horticultura y se me voló todo. No voy a plantar más”, comenta. Al igual que Molle, relata que tenía todos los plantines ya listos para plantar, pero se quedó sin lugar en donde ubicarlos, también los biológicos de biocontrol. “Ahora intentaré desmontar todos los invernáculos. Es una tarea inmensa que me va a llevar unos seis meses”, dice.
En diálogo con LA NACION, Norberto Mortola, secretario de Agricultura y Ganadería de Corrientes, señala que luego del temporal hicieron un relevamiento con imágenes satelitales y este arrojo que había 240 hectáreas afectadas donde están las estructuras, que son principalmente de madera y caño que tienen un costo de US$22.000. Detalla que allí se producen 70.000 kilos por hectárea de tomates y 120.000 kilos por hectárea de pimiento.
“Luego del hecho el Banco de Corrientes está ofreciendo líneas de crédito con tasas subsidiadas y también, a través de otros organismos, la semana que viene estaremos largando otras líneas más diferentes para apoyar”, comenta.