Un grupo de jóvenes improvisaron un partido de fútbol en la Feliz que se llenó de público y finalizó de la peor manera.
Un grupo de jóvenes que se encontraban en Playa Grande, en Mar del Plata, decidieron armar un picado de fútbol. Con sus ropas armaron cada arco y jugaron con sus reglas: sin árbitro de por medio, ni botines, ni canilleras. A medida que pasaban los minutos una multitud de gente se agrupó y hasta se animó a alentar como si estuviesen en una tribuna. Sin embargo todo se empañó: terminaron a las trompadas.
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En el picado pasó de todo: pierna fuerte, arengas, empujones y hasta trompadas a orillas del mar. Los videos se viralizaron rápidamente en las redes sociales, lo que despertó el interés de miles de usuarios que comentaron las diferentes situaciones de cada una de las jugadas.
Así comenzó el picado en Mar del Plata
En el primer video se puede ver cómo transcurre el partido sin ningún problema, cada uno de los jugadores disputan la pelota. Pero en el tramo final de las imágenes se ve cómo uno de los jóvenes empuja a otro por una jugada en particular normal de partido. Y, de fondo, el cántico de miles de personas que se juntaron a ver el picado con el famoso hit: “jugadores, a ver si ponen huevo, que no juegan con nadie…”
El picado sumó empujones y trompadas
Mientras el de pantalón celeste llevaba la pelota, uno con short a rayas intentó sacársela con un empujón con su mano arriba, lo que después generó más empujones y trompadas de los que estaban en el partido y algunos que se encontraban afuera. “Todo pelota, todo pelota”, gritaron otros.
“Que viva el fútbol”, el hit que se escuchó en el picado playero
La tribuna no paró de gritar en todo el partido. Y una de las canciones que se escucharon a orillas de la Playa Grande en Mar del Plata fue “qué viva el fútbol…” y para terminar el “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.
Pierna fuerte, empujones y golpes de puño
Mientras se jugaba el picado a orillas del mar, un chico trabó fuerte la pelota y luego empujó a su rival. Eso generó la reacción del compañero del joven goleado y después se sumaron otros y algunos intentaron separarlos. Hasta que la persona que grababa el momento tropezó con una heladera de camping que estaba detrás de él. Y, terminó con otro sonido ensordecedor: “soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar, ole, ole ole, cada día te quiero más…”.