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El Banco Central evalúa la emisión de nuevos billetes para pelear contra la inflación: de cuánto será su valor

Frente a una continua caída del valor de los billetes de $1.000 y $2.000 debido a la aceleración inflacionaria, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está considerando la posibilidad de emitir billetes de $20.000 y $50.000, lo que ya habría sido notificado por el presidente de la entidad monetaria, Santiago Bausili, a los bancos.

Se trata de una decisión que no pretende afectar la base monetaria y mantener las metas de reducción de emisión y circulación.

El motivo que genera esta resolución es debido a que la inflación está haciendo caducar los papeles de 1.000 pesos, los que valen a esta altura ya valen un dólar, es decir que ni alcancan para comprar un kilo de pan. 

Estos billetes podrían entrar en circulación en marzo. Pero los técnicos del BCRA emitieron un alerta ya que temen quedarse cortos y dudan sobre qué denominación aprobar.

Primero se pensó en billetes de 5.000 y 10.000 pesos. Pero la inflación vuela y ya especulan con otra cosa: billetes de 20.000 y 50.000 pesos, para no perderle pisada a la remarcación.

Por la inflación «caliente»: cuánto perdió el billete de $ 2000

La inercia tan alta de la inflación de los últimos meses más la fuerte devaluación del corriente mes, están pulverizando el poder de compra del billete de máxima denominación que circula en el país: el de $2.000. Un papel que apenas tiene medio año de vida, pero su valor ya resulta insuficiente para comprar la mayoría de los consumos cotidianos, debido a que no alcanza para adquirir un kilo de carne o determinadas frutas, un almuerzo o cubrir el costo de un taxi.

La inercia tan alta de la inflación y la fuerte devaluación están pulverizando el poder de compra del billete de $2.000

Es que la unidad con las imágenes del Instituto Malbrán, la Dra. Cecilia Grierson y el Dr. Ramón Carrillo, empezó a circular en la calle por primera vez desde el 22 de mayo y, desde entonces, ya perdió un total de 55%.

Por lo tanto, en apenas 7 meses licuó más de la mitad de su valor real, y el monto equivalente que debería tener en la actualidad el billete de $2.000 para conservar el mismo poder de compra que tuvo cuando empezó a llegar a la gente y los bancos, sería cercano a los $5.000.

«Esto quiere decir que durante diciembre este papel de máxima denominación sólo accede al 45% de una canasta de bienes y servicios del promedio que releva el IPC nacional que se podía comprar en mayo pasado«, dice a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.

Esto se debe a que el ritmo de inflación es acelerado desde inicios de año hasta el presente. Incluso, en noviembre el índice de precios al consumidor (IPC) fue de 12,8%, según el Indec.

Billete de mayor denominación necesario

En base a la inercia inflacionaria, y al escaso poder de compra que tiene el ejemplar de $2.000, varios son los economistas que están solicitando un billete de mayor denominación para favorecer las transacciones y logística de aquellos consumos que se están realizando con efectivo, como la compra en un supermercado, un restaurante u algún gasto cotidiano que requiere una cantidad notoria de pesos.

Diversos sectores afirman que se necesitan billetes de mayor denominación que la de $2.000 para poder facilitar las operaciones en efectivo.

Diversos sectores afirman que se necesitan billetes de mayor denominación que los de $2.000 para poder facilitar las operaciones en efectivo.

De hecho, un claro ejemplo es el límite de entrega de billetes que tienen los cajeros automáticos, algo que también genera que se vacíen en cuestión de horas y ya no entreguen cambio, debido a que las cuatro o cinco gavetas que poseen estas máquinas se las completa con las mayores denominaciones.

Otro efecto más de este contexto es que, prácticamente, en los últimos meses es muy baja la emisión de nuevas unidades de $200 y $500.

En resumidas cuentas, más allá que las autoridades prefieren fomentar la digitalización para las transacciones y la operatoria mediante los canales virtuales, con la finalidad de ejercer un mayor control fiscal y bajar el costo de emisión y de logística. También distintos actores económicos piden billetes «más grandes».

Respecto a cuál es la denominación máxima necesaria para este momento, varios son los analistas que sostiene que ya se requieren papeles de $20.000 y $50.000. Incluso, algunos arriesgan cifras más altas.

«Los antecedentes de billetes emitidos entre finales del siglo pasado y el actual, marcarían que el billete de $100 tuvo en los años ´90 una estricta equivalencia con el de u$s100. Consecuentemente, si se quisiera reproducir aquél fenómeno, debería emitirse una unidad que multiplique por 50 al billete de mayor denominación de la actualidad, es decir, uno de $100.000″, concluye Méndez a iProfesional.

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