En algún momento fueron lo nuevo del pop inglés, los líderes de un recambio generación que pateó las puertas del establishment rockero e impuso un sonido nuevo con peinados estrafalarios que se llamó «new-wave».
Hoy, Duran Duran lleva más de 40 años en la cima y se convirtió en un verdadero clásico. Sus ventas superaron los 100 millones de discos y tanto sus escuchas en Spotify como las visualizaciones en YouTube sobrepasan fácilmente las mil millones de reproducciones.
Desde aquel boom de música ligera hasta la actualidad, la banda mantiene hoy a cuatro integrantes originales: el cantante Simon Le Bon, el bajista John Taylor, el tecladista Nick Rhodes y el baterista Roger Taylor.
Ausente con aviso el guitarrista Andy Taylor, que grabó en el último disco pero se está recuperando de un agresivo cáncer de próstata. Vale aclarar que ninguno de los tres Taylor son parientes; es simplemente un apellido común.
Duran Duran en la actualidad. Foto de prensa gentileza Tape Modern/BMG
Más vigentes que nunca
Con giras mundiales que llenan estadios con tres generaciones de fans, Duran Duran disfruta una etapa de vigencia y distinciones. El año pasado, el grupo aceptó con orgullo ser incluido en el Rock and Roll Hall of Fame y ahora es noticia en todo el mundo por la edición de un nuevo álbum llamado Danse macabre.
Este flamante trabajo trae lo mejor del sonido que los hizo famosos, con temas propios como el que da título al disco y también un puñado de versiones de hits ajenos, como Psycho killer de Talking Heads, Paint it black de los Rolling Stones, Bury a friend de Billie Eilish, Super freak de Rick James, Ghost town de The Specials y Spellbound de Siouxsie and The Banshees.
El baterista Roger Taylor charló con Clarín sobre esta producción y también sobre diferentes momentos de la historia de la banda.
«Estoy muy, muy contento con el nuevo disco -dijo- porque se hizo muy rápido. Fue realmente un proyecto muy nuevo y rápido que surgió después del espectáculo de Halloween en Las Vegas a finales del año pasado. Así que estamos muy felices. Parece ser muy bien recibido. De hecho, ha funcionado muy bien y estamos todos muy felices».
Roger Taylor, de Duran Duran. También colaboró en los proyectos paralelos de los años ’80: Arcadia y Power Station. Foto: IG-Tiene un sonido muy distintivo y a la vez también parece novedoso. ¿Cómo te sentís acerca de ese sello tan único?
-Supongo que tenemos un sonido muy distintivo, pero creo que la cuestión es que podemos tomar muchos caminos diferentes. En cambio hay otras bandas que tienen un sonido al que deben apegarse. Lo mejor que tenemos es que Simon tiene una voz tan distintiva. No importa en qué dirección vayamos como banda. porque Simon simplemente canta y es Duran Duran.
-Han sido una gran influencia en muchas bandas. ¿Alguna vez pensaste, “Esto ya lo hicimos nosotros antes”?
-En realidad, sí. Lo que noté cuando volvimos a estar juntos a principios de la década de 2000 fue que algunas bandas comenzaban a nombrarnos y decían que querían sonar como nosotros, mientras que no obtuvimos muchos elogios de la crítica en los primeros años. Mucha gente pensaba que éramos una banda adolescente desechable.
Es genial ver que agrupaciones más jóvenes realmente nos aprecian. Y creo que para eso realmente ayudó la longevidad de la banda, de hecho.
-Scissor Sisters los mencionó en algunas entrevistas y fue un gran cumplido.
-The Killers también nos nombró como una gran influencia, y luego hubo gente como Muse que hizo una versión de Hungry Like the Wolf. Así que tuvimos gente bastante creíble versionando nuestras canciones, lo cual ha sido realmente maravilloso.
-¿Sentís que ahora tienen más libertad cuando hacen un disco y pueden explorar nuevos caminos?
-Siempre hemos tenido libertad creativa. Y creo que eso se ha vuelto aún mayor porque hemos existido durante tanto tiempo. No tenemos la presión que antes solía haber sobre los hombros de la banda cuando había que entrar entre los diez primeros de los rankings.
No sentimos que tengamos que demostrar tanto en estos días, y que eso te da mucha más libertad creativa. Tuvimos total libertad creativa en este disco para trabajar con gente que conocemos y amamos, como Nile Rodgers. Así que fue casi como una pequeña familia volviendo a unirse. Yo diría que es una familia un poco disfuncional, pero que aun así vuelve a estar unida.
La presión del éxito y la fama
Roger Taylor se retiró de Duran Duran en pleno furor de los años ’80 y regresó en la década del 2000. Foto: IG-Decidiste renunciar en un momento particular de los inicios. ¿Qué consejo le darías a una nueva banda cuando algo tan grande sucede tan rápido?
-Es difícil dar un consejo porque la fama fue algo que queríamos. ¡Queríamos triunfar a lo grande! Por eso tiendo a no arrepentirme de nada de lo que haya hecho en mi vida. Pero el consejo sería que no tengan apuro. Es mejor hacerlo lentamente que un ascenso inmediato a la cima.
Es mejor subir la montaña lentamente y probablemente llegarán más lejos. Todos éramos bastante volátiles en esos primeros cuatro o cinco años, y probablemente hubiéramos llegado aún más alto. Mantengan el ritmo como si fuera un maratón. No debería ser una carrera de velocidad.
-En pocas palabras, ¿cuál fue la razón por la que te fuiste? ¿La banda era demasiado difícil de sobrellevar?
-Nunca entré en una banda con el deseo de ser una celebridad. Quería estar en una banda; quería ser músico. Y no creo que estuviera preparado para la fama. Todavía no me gusta y es algo que fácilmente podría no tener como parte del paquete, pero es algo que definitivamente no me gustaba cuando era joven.
No me sentía muy cómodo con eso y diría que la razón principal por la que dejé el grupo fue la intensidad de tener que ser un famoso. No estaba preparado para eso cuando era un adulto joven.
Duran Duran en 2003: Simon Lebon, Andy Taylor, Roger Taylor, Nick Rhodes y John Taylor. Foto: AP-El grupo tocó en Argentina muchas veces y siempre fue un gran éxito. ¿Recordás haber estado aquí?
-Hemos tenido algunos shows increíbles en Argentina y muchas veces decimos que es el mejor público de cualquier parte del mundo. Nos encanta venir a Argentina y rezo para que volvamos pronto, porque amamos al público. Siempre que tocamos, todo el mundo sabe las letras, todo el mundo canta y es una vibración que nunca he experimentado en ningún otro lugar.
-¿La banda de alguna manera cerró el círculo de ser una banda de pop que era el sabor del mes, luchar por mantener esa popularidad y ahora convertirse en un clásico?
-Supongo que ocurre lo mismo con la actuación: hacés suficientes películas, te quedás el tiempo suficiente en la industria y sos recompensado y apreciado. Creo que ha sido lo mismo con nosotros. Simplemente nos hemos mantenido unidos, hemos seguido trabajando y hemos superado los tiempos más difíciles. Y al final hemos salido del otro lado.
Debo decir que es realmente asombroso porque cuando comenzamos ninguno de nosotros imaginó que seguiría aquí 45-48 años después. Nunca solíamos planear con un mes de anticipación, mucho menos con años. Así que se siente como un lugar realmente increíble para estar. Cuando fuimos incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll fue un momento increíble porque ninguno de nosotros pensó que estaríamos aquí tanto tiempo. Entonces es bastante sorprendente. ¿Pero sabés qué? ¡Somos sólo bebés comparados con los Rolling Stones!
-Mencionaste la incorporación al Salón de la Fama del Rock and Roll, y Andy no pudo estar allí. ¿Cómo está ahora de salud?
-Está mucho mejor. Creo que está respondiendo bien al tratamiento. Fue una inmensa decepción para nosotros no tenerlo al lado esa noche. Estábamos tan ansiosos por ese momento. Por supuesto que tocó en el disco, que era la mejor segunda opción. Así que nos reunimos con él de una manera diferente, lo cual ha sido realmente maravilloso.