Tras casi dos meses de negociaciones no hay una fecha de cierre ni de una posible visita de Massa a Washington.
Después de mantener negociaciones por casi dos meses con el equipo económico de Argentina y cuando se acerca la fecha de un importante vencimiento, el Fondo Monetario Internacional decepciona las urgencias del Gobierno y no emite señal alguna de que se esté cerca de un acuerdo con nuestro país para salir de la profunda crisis, aunque señala que están trabajando en “alternativas” para fortalecer el programa.
Tampoco hay novedades sobre una posible visita del ministro Sergio Massa a Washington para cerrar un nuevo trato. Había expectativa en el equipo Económico sobre que el Fondo anunciaría este jueves algún cronograma tentativo o fijara alguna fecha de cierre, pero no fue así.
En una conferencia de prensa en la capital estadounidense, Julie Kozack, directora de Comunicaciones del Fondo, dijo este jueves que la situación de Argentina es “muy compleja” y “muy difícil”, exacerbada por la sequía histórica.
Señaló que el equipo de técnicos del Fondo y los de Economía “han trabajado mucho juntos” y que “las negociaciones continúan”, enfocadas en la aprobación de la 5ta revisión del programa.
La funcionaria tomó varias preguntas sobre las negociaciones de Argentina, pero contestó ciñéndose a un libreto bajo la habitual fórmula de “conversaciones constructivas”.
“El foco de las conversaciones en torno a la quinta revisión tiene que ver con las alternativas para fortalecer el programa de las autoridades y al mismo tiempo reconoce el impacto de la sequía en la economía.», dijo Kozack.
«Esto incluye conversaciones sobre políticas para salvaguardar la estabilidad, mejorar la sostenibilidad fiscal y fortalecer las reservas en el país. Todas estas cuestiones son esenciales para reducir la inflación y en definitiva para proteger a los más vulnerables en la sociedad que suelen ser los más afectados por estas dificultades económicas”, agregó.
“Los equipos siguen trabajando constructivamente. Están manteniendo conversaciones frecuentes y el objetivo es lograr avances con el programa. Vamos a comunicarles cuando haya más detalles. Estas conversaciones se están llevando a cabo y no queremos adelantarnos a nada, pero les vamos a mencionar los detalles cuando los tengamos”, agregó.
Hasta ahora las negociaciones se mantienen por Zoom. Consultada sobre si se esperaba algún encuentro en persona también fue evasiva: “Esperamos que haya encuentros personales en algún punto”.
Cuando faltan dos semanas para el vencimiento de US$ 2.700 millones con el Fondo, el ministro Sergio Massa demora su viaje a Washington para cerrar el acuerdo que pensaba sellarlo originalmente a fines de abril, a los 15 días de que fuera anunciada la flexibilización del programa por la sequía.
Los días fueron transcurriendo, las negociaciones continuaron vía zoom, pero la firma final del nuevo programa no llega aún y el viaje del ministro va postergándose. Cuando regresó de China, el viernes pasado, se dijo que viajaría “en 10 días”.
El miércoles ya se hablaba de que vendría más bien cerca del 20 o 21 de junio –tras la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner– solo si el acuerdo está listo. Antes viajarían los funcionarios técnicos de Economía, Leonardo Madcur y Gabriel Rubinstein, para ultimar detalles. “El equipo viaja cuando cerremos virtualmente en forma exitosa, eso de que viajas y te comienzan a correr el arco, conmigo no va», fue la orden que bajó el ministro, dijeron en Economía.
Entre el 21 y 22 de junio el gobierno le debe pagar US$ 2.100 millones al Fondo y debe completar hasta agosto pagos por US$ 1.020 millones a bonistas privados. Aunque el Gobierno busque meter presión para cerrar, se sabe que para el Fondo no es una fecha marcada en piedra. Ya han postergado vencimientos otras veces y no van a apurarse para cerrar un acuerdo que tengan que modificarlo pronto. Además, los técnicos del organismo tienen que intentar convencer al board –donde están los directores de los países– de que es un camino viable.
Massa busca que el Fondo adelante los desembolsos correspondientes a los vencimientos hasta diciembre (US$ 10.700 millones) por el impacto de la sequía, que le hizo perder al país unos US$ 20.000 millones en exportaciones y porque claramente no pueden pagar porque no hay suficientes reservas en el Central. También busca que el organismo le apruebe cierta cantidad para poder usarlos para contener el dólar.
La portavoz fue también consultada sobre si avalaban la posibilidad de un nuevo canje de bonos. “Con respecto al canje de deuda lo que le puedo decir es que nosotros celebramos los esfuerzos de las autoridades para reducir los riesgos del rollover de la deuda interna y al mismo tiempo asegurándose de que estas operaciones se lleven a cabo de tal manera que se proteja la sostenibilidad de la deuda y que no contribuya a las vulnerabilidades en el futuro. Los esfuerzos son parte de nuestras conversaciones continuas con las autoridades”.
Kozack respondió también una pregunta sobre la política de sobretasas que aplica el FMI. Es un reclamo constante de Argentina que estas sean flexibilizadas, aunque el board ya se ha opuesto formalmente a ese tema.
“Las visiones sobre la política de sobretasas continúan siendo divergentes. Se espera que el diálogo sobre las sobretasas continúe con el objetivo de que haya una mayor convergencia de puntos de vista. Se necesita un amplio consenso de los países miembros para hacer cambios sobre la política de sobrecargos y se necesita el 75% del poder de voto del directorio ejecutivo”, dijo Kozack.